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pleta, prro quiso mús bien una satisfacción completa ad aec¡ualitatem juris. El medio elegido por el Consejo Divino fue t'nviar a la Segunda Persona df' la Santí– sima Trinidad, su Hijo Unigénito: Amó Dios tanto al mundo, que dio a su Hijo Unigénito; a fin ele que to– cios los que creen en f.:l no perezcan, sino que tengan vida eterna·"'. El Verbo Encarnado, Jesucristo, es el Legado Divino, es el Mesías prometido, es el Salvador de la humanidad, es el Redentor del mundo, es el Me– diador entre Dios y los hombres, es el Sacerdote Eter– no que se ofreció víctima por todos los pecadores. Jesús, llegada la plenitud de los tiempos, vino, asumió nues– tra naturaleza, enseñó la doctrina salvadora, mostró el camino del cielo, murih por todos los hombres. Cum– plida su misión, verificado el rescate, consumada su obra redentora, vuelve al Padre, asciende a los cielos, está sentado a la diestra de Dios Padre Omnipotente. 46. La lglesia.-Jesucristo, antes de partir de este mundo al Padre, fundó la Iglesia, corno depositaria ele su doctrina y de sus gracias, para que continuara su obra hasta la consumación de los siglos. Eligió docP Apóstoles y les impuso el precepto de predicar el Evan– gelio a toda criatura, concedió a los mismos la potestad de jurisdicción y de orden y dio el Primado a San Pedro. 47. Propiedades de la lglesia.-Esta sociedad perfecta fundada por .Jesucristo, que llamó Iglesia, tic- "' Joann .., III, 16. 43