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sionológirns. En el Símbolo del Concilio primero de Nicca { 3251 se asienta la base de toda la Ylisionología. En el d<' Viena /Francia), celebrado en I311-1 '.H 2, se insiste en la cruzada contra los turcos y, a instancias ele Raimundo Lulio, se df'creta la erección de C:okgios misioneros t·n París, Oxford, Bolonia, Salamanca y Ro– ma. En el de Ferrara ( 14-38), Florencia \ 1439), Roma \ 14-1-5 í, se wrificó la unión con los griegos, jacobitas y otros disidentes. El de TrPnto / l 5°\.5-1563) condenó los errores protestantes y decretó necesarias reformas en la Iglesia. En d Vaticano, inaugurado el 8 ele diciem– bre de 1869 y suspendido en 1870, se nombró una Co– misión especial para las misiones, la cual llegó a for– mar un esquema relati,·o a las mismas. En tierra de misiones se han celebrado también Concilios nacionales, regionales y Sínodos diocesanos, como el Concilio Si– nense de 192+. el de CorC'a en 1931, las Conferencias Plenarias c]p los Ordinarios del Congo Belga y de Ruan– da Unmcli en 1932-1936, etc. Nadie pondrú en eluda que el conocimiento ele las doctrinas, leyes, normas y métodos ele estos Concilios o Sínodos es muv útil para el misionólogo y el mi– s10nero. 39. Sumos Pontífices.-Omitiendo la serie de los Pontífices que durante la historia ele la Iglesia dieron mCts o menos intensidad a la obra misional, nos con– cretamos sólo a los tres Pontífices últimos, que forman como una trilogía misionera quizCt nunca superada. Be– nedicto XV { l9H-1922) rPpresenta admirablemente la 38