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en 1528. Los franciscanos evangelizaron extensas re– giones en la Florida, Sonora, Nuevo México, Arizona, Tejas y California, donde son bien conocidos los traba– jos apostólicos y las fundaciones del célebre Fr. Junípe– ro Serra, como San Francisco, Los Angeles, Santa Cla– ra, etc. Los dominicos predicaron con éxito en las Anti– llas, Santo Domingo y Nueva Granada, donde desple– gó maravillosa actividad San Luis Beltrán. Las exage– raciones de Fr. Bartolomé de Las Casas en defensa dP los indios son hijas ele su carácter indiscreto y muy criticadas por las autores modernos. Podríamos ir recorriendo la evangelización de las otras regiones de América meridional por los agustinos, mercedarios, jesuítas, capuchinos y otros Institutos que enviaron numerosos misioneros a la conquista espiritual del Nuevo Mundo. 195. Las Islas Filipinas.-Fueron sometidas a Es– paña por Legazpi, hacia 1565. Con los conquistadores iban también los misioneros, al frente de los cuales estaba el célebre agustino fray Andrés ele Urdaneta. Mús tarde llegaron los franciscanos, entre los cuales sobresalió Fr. Juan ele Plasencia. En 1579 se erigió el obispado de !vfanila, cuya sede fue ocupada por el dominico Fr. Do– mingo de Salazar. En 1614 se abría en Manila la céle– bre Universidad de Santo Tomás. En 1581 llegaron los jesuítas. La evangelizacifm de Filipinas fue muy rápida y casi completa . ' Cfr. P. MoNDREGANES, o. c., pp. 437-438. 1 ')" ._::,