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terminando la línea de demarcación conocida con el nombre de meridiano de Alejandro VI, por la cual se determinaba lo que pertenecía a España y Portugal, respectivamente. La concesión del Patronato a España y Portugal les imponía la obligación de trabajar por convertir a la fe católica las gentes de las regiones descubiertas. Las dos naciones iberas cumplieron con los deseos de la Santa Sede y contribuyeron poderosamente a la evan– gelización del mundo. Portugal se dirigió hacia Orien– te y España hacia Occidente. I.-MISIONES HACIA ORIENTE 188. Misiones en Africa.-Con la protección de Portugal, misioneros de varias Ordenes o Institutos y sacerdotes del clero diocesano evangelizaron rápida– mente el Congo, Angola, Guinea, Mozambique y Ma– dagascar. Intentaron también algunos jesuítas penetrar en Etiopía, pero sin resultados permanentes. 189. lndia.-Las misiones católicas de la Edad Moderna empezaron en la India con la llegada de Vas– co de Gama (1498). En 1500 desembarcaron en Calicut los franciscanos que acompañaban a los navegantes por– tugueses. En 1534 se erigió el obispado de Goa, que se extendía desde el Cabo de Buena Esperanza hasta la China. Después de los franciscanos llegaron a la In– dia los dominicos (1548) y los agustinos ( 15 72) . San Ignacio, a petición ele Juan III ele Portugal, 119