BCCCAP00000000000000000000622

90 ({ A L V E R N I A )) H. SANTIDAD Y COMPETENCIA DEL SACERDOTE Para cumplir con fines tan elevados, el sacer– dote necesita do virtud y ciencia. a) Para desempeñar con edificación y fruto la vida sacerdotal, es necesario que el sacerdote sea hombre de oración continua, de vida interior, de trato e intimidad con Dios. b) Además de la obediencia a sus Prelados, necesita la observancia vigilante del celibato, in– terna y externamente. Que ninguno pueda vitu– perar su ministerio. El sacerdote es la cándida paloma que no se debe manchar en el fango del mundo. c) Es necesaria la vida de sacrificio, de abne– gación, de renuncia a muchas cosas de los mun– danos. d) Es indispensable el buen ejemplo, el celo por las almas demostrado con la oración, las pa– labras, las organizaciones de Acción Católica. El sacerdote debe tratar con Dios, que pide la santidad a los sacerdotes: Sancti estate, quia Ego sanctus smn (124). Salomón, en el cántico de la dedicación del templo, invocaba de Dios este favor: Sacerdotes tui inclwmtur justitiam, et sancti exultent Cl25). El Apóstol nos enseña que somos coadjutores ele Dios (126). El sacer– dote tiene relaciones intimas con Jesucristo, Pontífice santo, inocente, inmaculado (127). De este Sacerdote Sumo nosotros somos sus mi!lis– tros. Sic nos existimet hamo, ut ministros Chris– ti (12.8). Somos los embaiadores de Cristo. Pro Christo legatione funqimur (129). El sacerdote tiene relaciones con la Iglesia una, santa y católica; es su representante oficial, está (124) Ler.. XXI 8. ( 125) Ps. 131, H. (126) Dei SU!/11/S (l'.l7) Hehr,, vu, (128) I Cor., IV, l. (129) JI Cor., V, 29. l Cor., III, ll

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz