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792 ((ALVERNIA)) no lo tenemos; luego es necesario concretarse al presente. Age quod agis. Hacer bien lo que ha– cemos. CONCLUSION Hemos llegado al término de nuestro retiro, durante el cual hemos resuelto ser mejores re– ligiosos y aspirar continuamente a la perfección de nuestro estado. Hemos empezado, pero debe– mos continuar y perseverar hasta el fm; porque sólo el que persevera hasta el fin recibirá la co– rona de la gloria. Grandes cosas hemos prometido al Señor, pero mayores son las que Él nos ha prometido. La pena y los placeres de este mundo son breves, pero los castigos o premios del otro son eternos. Despreciemos las cosas fugaces de la tierra y as– piremos a las permanentes del cielo. No cesemos un momento de correr hacia nuestra patria fe– liz. Como los ríos no cesan de correr hasta que llegan al mar, así nosotros no cesemos de pro– gresar hasta que no lleguemos al mar infinito de la gloria. Cristo, que es nuestro camino, verdad y vida (177), nos ayuda y nos espera. Cristo, que es corona de todos los santos (178), nos ha pre– parado un puesto en su reino. Debemos caminar haciendo en todo la voluntad de Dios, fructifi– cando en las obras buenas, creciendo en la cien– cia. de Dios, confortándonos en toda virtud, dan– do gracias a Dios que nos ha hecho dignos de la suerte de los santos. Terminemos con las palabras del Seráfico Pa– dre S. Francisco: «No deseemos otra cosa, no que– ramos más, nada gustemos, sino lo que agrade a nuestro Creador, Redentor y Salvador, que es solo Dios verdadero, que es Bien cumplido, todo Bien, total Bien, verdadero y sumo Bien, porque sólo Él es bueno (179), piadoso y manso, suave (177) Ego 5um vía, veritas et vita. Joan., XIV, 6. (178) Brev. Fest. de Todos los Santos. (l'W) Nemo bonus nisi solus Deus. Luc., XVIII, 19.
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