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778 l<ALVERN!A)l mas rectas buscan en todo la voluntad de Dios y lo que es de su mayor agrado, y no hay duda de que Dios quiere que se haga primero lo que El manda por medio de la ley o por los legítimos Superiores que le representan. Recordemos que la santidad consiste en el amor de Dios y del prójimo, en hacer la voluntad de Dios, conformándonos al Modelo de predestina– dos, Jesucristo. La devoción a Maria Santísima, a los Angeles y a los Santos, son medios para con– seguir y aumentar este amor divino. Los medios en tanto son buenos en cuanto sirven al fin; por tanto, en todas estas cosas es necesario mirar siempre al fin esencial y primordial de toda per– fección, que ce la caridad activa para con Dios y las cosas que Dios manda, y en la medida que lo manda o lo desea. Multiplicando nuestros intercesores y aboga– dos ante Dios, rogándoles con humildad, since– ridad. confianza y perseverancia que nos obten– gan la santidad y las virtudes del Dios de las misericordias, imitándoles en sus admirables ejemplos que nos dejaron en vida, tenemos la firme esperanza, fundada en los méritos infinitos de Cristo, que, después de pasar por este mun– do amando y sirviendo a Dios, lograremos re– unirnos con ellos en el reino de los cielos, para amarle, alabarle y bendecirle por toda la eter– nidad.