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DÍA X.-«DIES ACTIONIS ET DEPTTECATIONIS» 775 Familia, Patrón df· 111 Jp;Jc,<,i_a nniversal, modelo perfecto de todas las virtudes y de todos los e~– tados. Su protección es universal y se extiende a todas las necesidades y a todas las condiciones. Fué inseparable de Jesús y de María en la tie– rra, lo es también en el cielo y debe serlo de todo corazón cristiano. No es éste el lugar de su panegírico para cantar sus glorias y virtudes; te remito a los libros que tratan de su devoción y a la mística Doctora del Carmelo Santa Teresa de Jesús, la cual, entre otras cosas, dice lo si– guiente: «Tomé por abogado y sPñor al glorioso San José y encomendéme mucho a él. Vi cla– ro que así de esta necesidad como de otras ma– yores de honra y pérdida del alma, este padre y señor mío me sacó con más bien que yo le sa– tía pedir. No me acuerdo, hasta ahora, haberle suplicado cosa que la haya dejado de hacer. Es cosa que espanta las grandes mercedes que me ha hecho Dios por medio de este bienaventura– do santo, de los peligros que me ha librado, así de cuerpo como de alma; que a otros santos pa– rece les dió el Señor gracia para socorrer una necesidad, a este glorioso santo tengo experien– cia que socorre todas, y que quiere el Señor dar– nos a entender que asi como le fué sujeto en la tierra, que como tenía nombre de padre siendo ayo, le podía mandar, así en el cielo hace cuanto se le pide. Esto han visto algunas otras perso– nas a quienes yo decía se encornenclasen a él tam– bién por experiencia; y aún hay muchas que le son devotas de nuevo experimentando esta ver– dad ... Querría yo persuadir a todos fuesen de– votos de este glorioso santo. por la gran expe - riencia que tengo de los b:enes que alcanza de Dios. No he conocido persona que de veras le sea devota y haga particulares servicios, que no la vea más aprovechada en la virtud; porque aprovecha en gran manera a las almas que a él se encomiendan. Paréceme, ha algunos años, que cada año en su dia le pido una cosa, y siem– pre la veo cumplida... Sólo pido, por amor de