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DÍA X.-((DIES ACTIONIS ET DEPRECATIONIS)) 749 dor-es, gracia para los justos, alegria a los án– geles. Maria, copiosísima en caridad a todos, abre el seno de su misericordia para que todos reciban de su plenitud (74¡. ¿Quién, considerando los beneficios que recibe de Maria, no la amará con todo el corazón? ¿Quién no la confiará sus secretos más íntimos, l::?. suplicará en sus necesidades de cuerpo y alma, temporales y eternas? ... 3. Debemos amar a María porque es en Si amalJilísirna.-Una persona es tanto más amable cuanto mayor es su bondad y su belleza. Por eso, cuando vemos una persona llena de fineza, de ca– riño sincero, cortesía y afabilidad, que se expre– s::?, con claridad y lucidez, demostrando su brillante inteligencia, que lleva en su frente la aureola de la bonc:ad más comunicativa; que sus pa– labras son más dulces que la miel, que su her– mosura es incomparable, el corazón más insensi– ble no puede menos de conmoverse, de sentir los atractivos del objeto bueno y bello ... Ahora bien: no hay ser más amable ni más bello, d<cspués de Dios, que su Madre. Se le apE– can las palabras del Cantar de los Cantares: Eres tocla hermosa, porque no hay en ti la menor mancha (75), ni corporal ni espiritual. Eres más resp'.andeciente que el sol y más pura que todas las estrellas (76). Era increíble, diee s. Buena– ventura, la belleza de la Virgen, y a todos los ojos graciosa <77); por eso atrajo las miradas del Al– tísi:no, arrebató a los áng-eles y a los hombres. Yo soy la Madre del Amor Hermoso (78), que amo y soy amada por los cielos y la tierra... Levánta– te, amiga mía, hermosa mía y ven ... ; muéstrame tu rostro, suene tu voz en mis oídos, porque el (74¡ Semi. 2 ele Nativ. B. V. M., t. IX, p. 'Ul. (75¡ Tata pulchra es amica mea, et macula non est in te. Cant., IV, 7. (76) S. BONA\'ENT., Scrm. 5 de Assum.p. B. v. M., t. IX, ü!J9. 1771 2 clc Purif. B. V. 111., t. IX, p. 641. :78) nutter 1;u!chrae dilcctionis, et timcr!s, et, a,q1, itiunis, et sanctae spei, Eecli., XXIV, 24,