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DÍA X.-«DIES ACTIONIS ET DEPRECATIONIS)) 741 en una plática. Como es imposible reunir el agua del mar fn una concha, así es imposible reunir las gr::mdezas dt: Maria en un sermón, ni siquie– ra en un libro. Me contentaré con decir algo de su dignidad y grandeza y de nuestra devoción hacia Ella. l. MARIA SANTISL'UA, MADRE DE DIOS Llegada la plenitud de los tiemps, el Altísimo envió al Arcángel S. Gabriel con la celeste em– bajada, y anu'1ció a la humilde Virgen de Na– zaret el mister·.o de la Encarnación del Verbo. La Virgen presta su consentimiento, y por obra del Espíritu Santo, en su purísimo seno el Verbo se hizo carne (551. María. Virgen Inmaculada, que– d2. contituída real y verd2.deram:nte Madre de Jesús Salvador, Madre de Dios y Hombre a la vez. Por med:o de la Virgen, Dios desciende has– t2, nosotros, habita entre nosotros y nosotros su– bimos hasta Él. La obra redentora se inicia en la Encarnación, y ésta depende de un fíat de la Virgen. Por una mujer entró el pecado en el mundo, y por otra la reparación. María ocupa en el orden de la gracia lo que Eva en el de la di:::sgracia. María es el tálamo donde se apo– s2nt2. el Nuevo Adán reparador, origen y prin– cipio de todo orden sobrenatural. Por ser Madre de Jesucristo, entra en relaciones especialísimas con la Santíslma Trinidad. Es la Hija muy ama– d2. del Et2rao Padre, la predilecta y preelegida y primogénita para realizar la obra restauradora. Es 1:1 Madre amantísima del Hijo, a quien lleva e::1 su s?no, alimenta y cuida... , teniendo derecho en la.. tierra al amor, respeto, obediencia. Es la Esposa queridísima del Espíritu Santo, que pide su corisentimiento para realizar en Ella los des– posorios divinos con la naturaleza humana... La Maternidad divina es la dignidad más ~x– celsa que puede tener una criatura. La Virgen t55/ Et Verbmn euro /aetmn est. Joann., I, 14.