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DIA X Conferencia II (XXXIX) DE LA DEVOCION A LA SANTISIMA VIRGEN Qui me nn•,er,,nii inveniet vitam, et haurct a Domino. Quien me encontrare. hallará la vida y obtendrá la salud del Señor. (Prov.• VIII. 35.) Es un dogma de fe que no hay más que un solo Mediador universal, Jesucristo Nuestro Re– dentor (47). Pero plugo a la divina. Sabiduría. darnos, además de este Mediador principal, otros secundar;os que nos sirvan también de protec– tores Estos son los Angeles y los Santos. Y entre éstos se encuentra la Reina de todos ellos, Ma– ria Santísima, Emperatriz dc, cielos y tierra. Es la cr:atura que más poder tiene delante de Dios, la que mejor refleja. sus perfecciones divinas, la quc, más perf,ectamente imitó al Modelo primario de toda santidad, su divino Hijo ,Jesús. Dios asoció a la Virgen Inmaculada a la. obra. de nuestra reparación, a los planes del orden so– bren::i tural, a las obras de la gracia. Jesucristo reo ::zó su obra. tomando carne en el seno de una Virgen y esta Virgen concurrió a la obra de nues– tra redención y concurre a. la de nuestra santi– ficación. Ninguno se salvará ni se santificará si María Santísima no coopera. Dice S. Buenaven– tura: «Si querernos que Dios habite en nosotros corno en tabernáculos, es necesario que nos acer– quemos a. María por la. devoción» ( 48). <<Los que (47) Gal., II. 20. (48) serm. 26, in Nativitate Domin., t. IX. p. 125,