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DÍA X.-((DIES ACTION!S ET DEPITECATIONIS)) 731 un deber. «La Acción Católica, dijo Pío XI, per– tenece al ministerio sacerdotal y a la vida cris– tiana; por esto es de todos, pastores y fieles; requiere nuevas prestaciones de obra y de abne– gación. Es una obligación para el cristiano, que es un soldado de Cristo dispuesto siemDre al com– bate. No basta decir Adveniat regnum tuum; es necesario trabajar en el apostolado con todos los medios y con todas las formas posibles y li– citas para que llegue a ser una realidad. Que Je– sús reine en todos los pueblos, en todas las gen– tes, en todas las clases, en todos los estados, en todas las almas, en todos los corazones; que en todo el mundo domine el único y sempiterno Rey. 8. Apostolado d? la beneficencia.-El divino Redentor curaba no sólo las almas, sino tam– bién los cuerpos .(27). Las turbas buscaban to– carle, porque salía de Bl una virtud que sanaba a todos (28). Ninguno puede pretender ejercitar un apostolado de milagros para convertir las al– mas. Sin embargo, los pecadores se rinden ante los milagros de la caridad cristiana. Este fué el secreto de S. Vicente de Paúl, de S. Camilo de Le– lis, de S. José Cotolengo, de S. Juan Bosco, de Santa Micaela del Santísimo Sacramento 3' de muchos genios de la caridad cristiana que, bajo una u otra forma, han existido siempre en la Iglesia católica. El mundo actual cree más a las obras de beneficencia que a la elocuencia de los oradores. Vayamos al alma del pueblo, y para conquistarlo para Cristo es necesario darle pan. Pan y catecismo. Hablar de las verdades religio– sas y del pan del alma a seres hambrientos y n2cesitados, pocas esperanzas de é.xito se pue– den tener. Da la limosna, ejerce la caridad, prac– tica las obras de misericordia, y tu caridad prác– tica y generosa será la mejor disposición para cautivar los ánimos. 9. Apostolado del ejemplo.- Jesús dijo a los Apóstoles: Os he dado ejemplo, obrad vosotros (27¡ Matth., IV, 24. (281 Luc., VI, 19.