BCCCAP00000000000000000000622

728 ((ALVERNIA» mal cristiano.» El padre piensa, llora y se con– vierte. Jesús es el gran amigo de los pecadores: habla y come con ellos para ganarlos. La caridad es ingeniosa y buscará medios para llegar hasta los enemigos y pecadores. b) Preclicación.-San Mateo nos dice que Je– sús recorría toda la Galilea enseñando en las si– nagogas y predicando el reino de Dios, y con El los doce (22). Al oírle las multitudes, quedaban maravilladas, y exclamaban: «Jamás hombre al– guno ha hablado como este Hombre» .(23). A los Apóstoles les da el precepto explicito de ir por todo el mundo a predicar y enseñar a toda criatura, y sus palabras se oyeron hasta los con- !!I fines de la tierra entonces conocida (24). San Pa- blo nos revela el designio de Dios de salvar al mundo per stultitiam praedicationis .(25). Todos los que hemos tenido la ,fortuna de ser llama- dos al sacerdocio debemos poner nuestra vista en nuestros modelos. Jesús, los Apóstoles, los mi- sioneros, nos enseñan el modo de predicar, el programa que tenemos que desarrollar, los fines que tenemos que proponernos al anunciar el rei- no de Dios. Pío XII, el 25 de febrero de 1941, de- cía a los predicadores de la Cuaresma de Roma: «Vosotros sois los heraldos, no de una ciencia fal- sa, sino de las palabras de vida eterna; sentid profundamente la necesidad de enseñar a los fie- les con lenguaje sencillo, claro, adecuado a la inteligencia del pueblo, la religión divina, sien- do continuadores y conservadores de la obra, de la custodia y del celo de los supremos pastores de la Iglesia. Resuene vuestra palabra desde el púlpito como un eco de la voz de Dios que ha- bla desde el cielo, desde el Sinaí, desde la monta- ña de Galilea, desde el Gólgota. Aprendan quienes os escuchan que no basta ni ayuda el conoci- miento de Dios, que no rechazan ni aun muchos malvados..., que es necesaria aquella fe que hace (22) Matth., IV, 23; Luc., VIII, l. (23) Joann., VII, 46. (24) Rom., X 18. (25) I Cor., I, 21.

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz