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DIA X «DIES ACTIONIS ET DEPRECATIONIS» l. El bien es difusivo y tiende siempre a comunicarse. Si el alma ama de verdad a Dios y está unida con Él íntimamente, no podrá me– nos de obrar. Trabajará para que el Amado sea conocido y servido por todos. Dará a conocer las maravillas y grandezas de Dios, se esforzará por llevarle almas. El apostolado es un efecto del amor de Dios. Viendo el hombre lo que Dios ha hecho, se sacrificará por la salvación del mun– do, a ejemplo del divino Maestro. Contribuirá con los trabajos, las operaciones, las palabras, los ejemplos y por todos los medios posibles para salvar y santificar al prójimo. 2. Para conseguir las gracias y las misericor– dias divinas, tanto para nosotros mismos como para los demás, necesitamos abogados y protec– tores que intercedan por nosotros delante de Dios. Después del Mediador principal, Jesucris– to, tenemos también como intercesores a los An– geles y a los Santos, y particularmente a la Rei– na de los Angeles y de todos los Santos, María Inmaculada, Madre de Dios y Madre nuestra. 3. Por intercesión de la Madre de la Santa Esperanza, de los Angeles y de los Santos del cielo, los méritos de Jesucristo y nuestra fiel co– rrespondencia, obtendremos el resultado desea– do: la perseverancia final en el bien, que nos uni– rá con nuestro último fin, la posesión eterna de Dios.