BCCCAP00000000000000000000622

718 ((ALVERNIA)) rable voluntad. Hágas<,: tu voluntad, así en za tierra corno en el cielo (178): para que te ame– mos de todo corazón, pensando siempre en Ti; con toda el alma, deseándote siempre a Ti; con toda la mente, dirigiendo a Ti todas nuestras intenciones y buscando en todo tu honra; y todas las fuerzas, empleando en tu amor, y no en otra cosa, todos los sentidos del cuerpo y del alma, y para que amemos a nuestros prójimos como a nosotros mismos, atrayendo a todos a tu amor, según nuestras fuerzas, gozándonos del bien ajeno como del nuestro propio y compade– ciéndonos en los males y no ofendiendo a na– die (179). Así explicaba s. Francisco esas pala– bras de la oración dominical. CONCLUSIONES Y PROPOSITOS l. Trabajaré constantemente para ser hombre de oración mental. Procuraré no omitir las ho– ras de comunidad, y a ellas añadiré todo el tiem– po que pueda y me permitan mis deberes. La oración mental debe ser el principal alimento espiritual cotidiano del alma religiosa. Sin vida de oración no habrá progreso espiritual. 2. Estudiaré la Teología Mística y leeré los autores clásicos que traten de la contemplación y de la unión mística. La tendré siempre en gran consideración y aprecio para la dirección de las almas. Con humildad y rectitud de inten– ción, seguiré en mi vida espiritual los caminos de Dios, bajo la dirección de sabios y experimen– tados directores. Con la observancia regular y el ejercicio de las virtudes cristianas y religiosas prepararé mi alma para que Dios la guíe por donde quiera. 3. Cuidaré de conservar, durante el día y las ocupaciones, la presencia de Dios del modo que 1178) Fiat voluntas tua, sicut in coelo et in terra. l\latth., VI, 10. 1179) Opuse. Laucles, p. 120. Ect. Quaraccl1i, 1901.

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz