BCCCAP00000000000000000000622
716 <<ALV.f:HN!AJ) IJ:D que> nos es necesaria la paciencia para que, haciencio la voluntad de Dios, reportemos las pro– mesas (171). J. Produce incomparable paz en el alma.-El que considera todas las cosas como venidas de la mano de Dios y las mira a través del prisma de la divina Sabiduría, consigue siempre sus fines d;sponiendo suavemente .todas las cosas (172.) conserva la calma en todos los acontecimientos de la vida. La prosperidad no le ensoberbece y la adv2rsidad no le abate; en lo próspero y en lo adverso, adora los juicios de la divina Provi– dencia, que dispone o permite las cosas para su bien. Sabe que no puede moverse una hoja del árbol sin permisión divina, y que de los mismos males sabe sacar bienes para los que le aman. 4. Une con Dios.-Cuando dos reglas están rec– tas, fácilmente se unen; del mismo modo, cuan– do dos voluntades están contormes, sin dificul– tad se unen entre si; se hace como unum velle et unum nolle; el querer humano se va transfor– mando en divino. La conformidad de volunta– des es causa de amor; el amor tiende a la unión y la unión a la mutua entrega, a la formación de .una sola alma y un solo corazón. 111. GRADOS DE PERFECCION EN LA CON– FORMIDAD Tres grados de perfección en la práctica de la co:iformidad se suelen distinguir en correspon– dencia con los tres estados de la vida espiritual. 1) Los incipientes, que se conforman por el t2mm·, sufren el padecer y la contrariedad sólo por el temor de perder el Paraíso. Se conforman a más no poder, porque de otra manera se se– guirían peores consecuencias ... \ 171) Patientia enim vobis nccessaria est; ut vo– luntatem Dei /acientes, reportetis promissionem. Hebr., X. 36. (172) Attingit ergo a fine usque ad /inem tortiter, et disponit oninia su.aviter. Sap., VTII. l.
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz