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704_________ «_A....:L:....V:......._E....:R:....N-=.I....:A...::»:......._________ los trabajos y fatigas recordamos que Dios está presente y no dejará de ayudarnos, consolarnos y darnos la mano! Buscad al Señor y confir– maos (145). Alégrese el corazón ele los que bus– can a Dios (146). La presencia de Dios conserva la paz, da fortaleza, dilata el corazón, aumenta la alegría, la suavidad, la dulzura, el gozo san– to en el Señor. La presencia de Dios debe ser luz que nos ilumine, fuerza que nos asista, consolación que nos conforte, júbilo que nos alegre y motivo de esperanza que nos aliente. Debemos ser como el girasol, que se vuelve siem– pre hacia el sol. Procuremos volver siempre nues– tra mirada, nuestra mente, nuestro corazón, ha– cia el verdadero Sol divino, blanco de nuestras as– piraciones. Empecemos en esta vida terrestre la vida de los bienaventurados, cuya felicidad con– siste sustancialmente en ver a Dios cara a cara. Veamos a Dios en este mundo con los ojos de la fe en todas las cosas, dentro y fuera de nos– otros, en las criaturas exteriores, en la Iglesia, en los Superiores, en el prójimo, en las ocupa– ciones, en el trabajo, en el corazón, en todo lugar y tiempo, hasta que le podamos contem– plal' cara a cara por toda la eternidad en el reino de los cielos. (145) Quaerite Domín'llm et eonfirmmnini. Ps. CIV. 4. (146) Lactetur cor quarentium Dominum. Ps. CIV, 3.