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DIA IX Conferencia III (XXXVIl DE LA PRESENCIA DE DIOS Ambula coram me et esto perfec– tus. Camina en mi presencia y sé pcr– f octo. ( Gen., XVIII, l.) Lo. presencia de Dios es uno de los medios para conservar la unión con Dios y ejercitarse en las virtudes. La pr2sencia de Dlos es como una oración virtual que continúa a través de nues– tras actividades, y una elevación de za mente a Dios en medio de nuestras ocupaciones. Dijo Dios a Abrahán: Camina en mi presencia y sé perfecto (118). Esto mismo encomendaba To– bias a su hijo: Todos los días de tu vida ten siem– pre a Dios en tu numte (119). El Profeta David cantaba que sus ojos siempre se dirigían a Dios 020). El Seráfico Doctor S. Buenaventura es– cribe: «Conviene que co:o. el esfuerzo de la mente y el fervor del corazón te dirijas a tu Creador, de tal modo, que, olvidado de todas las cosas infe– riores, todo lo que hagas, dondequiera que te en– cuentres, en cualquier negocio que te ocupes, de día y de noche, en toda hora y en todo momen– to, tengas siempre presente a Dios en tu memo– ria$ ( 121). Trataremos: ( 118) Ambula coram me et esto perfectus. Gen., XVII. l. ( 119) Omnibus diebus vitae tuae semper in mente habeto Deum. Tob., IV, 6. (120) Oculi mei semper ad Dominum. Ps. XXIV, 16. (121) Espit. de 25 MemorialibU$, mem. 22, t. VIII, J.). 496.