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68 «ALVERNIA)l ner los medios, si en verdad los pone, conseguirá indefectiblemente el fin ... 11. 2. 0 Se funda en la legislación. El Derecho canónico dice que se debe acomodar la vida y tender a la perfección según las reglas y cons– tituciones (82). Sea cual fuere la Orden o Congre - gación en que el religioso profese, ésta tiene su fin y legislación propios, aprobada por la Iglesia; llámense reglas, constituciones. ordenaciones ... ; obliguen bajo grave, bajo leve, a culpa o a pena. Es evidente que no basta observar los votos; es necesario también cumplir la legislación que, ex– plicita o implicitamente, se ha prometido. El que ingresó y profesó, tomó sobre sí ese deber, cuya transgresión se opone a la voluntad de Dios ... El religioso que observa su legislación necesita practicar muchísimos actos de virtud; se le ofre– cen mil ocasiones de mortificarse y de hacerse violencia a sí mismo; no puede menos de tender ?, la. perfección y de santificarse. El que vive de 1:,. regla vive conforme con la voluntad divina; el que se conforma con la voluntad de Dios, se santifica. Cúmplense entonces las palabras de San Pablo: Cuantos siguieren esas reglas obtendrán la pa:z y la misericordia de Dios, esto es, la santi– dad de vida (83). Es de advertir que no bastaría un cumplimiento externo, mecánico, puramente material de la ley; se requiere, además, un es– píritu interior de fe, de agradar en· todo a Dios y secundar sus amorosos designios ... II. SE DEBE TENDER A LA PERFECCION ES– PECIFICA DE LA PROPIA RELIGION 12. No hay duda que todo religioso está obli– gado a caminar a la perfección; pero no todos han de ir por el mismo camino y de la misma manera. Es necesario que cada uno conozca su IR'.?) Can. 593: ,fl31 Et q11ic1wu1ue lwnc S11per illos, et misericordia, VI, 16, secuti fuerint, pa,r. Sllper Israel Dei, GaL,
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