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DÍA I.--«DIES PRAEPARATIONlS» 21 para que Dios te los llene de su amor (27). Siem– pre puedes añadir, siempre puedes perfeccionar, siempre puedes caminar, siempre puedes progre– sar. El fervor debe crecer todos los días ... Da tuis fidélibus sacrum septenarium. A los fervorosos dará el Espíritu Santo sus dones para que corran por las sendas de la virtud y se re– monten al monte santo de la perfección hasta llegar a la transformación mística más sublime de que sea capaz el alma en esta vida. Confirmata transformare ... Sea que el religioso tenga que salir del sepul– cro del pecado, sea que deba despertar del sue– ño de la tibieza o ascender en la escala de la perfección, los Ejercicios serán siempre medio poderosísimo para obtener esos efectos saluda– bles. En la economía ordinaria de la gracia no hay otro medio más eficaz... 12. Como acabamos de ver, son una necesidad, pero al mismo tiempo revisten una obligación ex– trínseca. La Iglesia, cual madre solícita, atiende al bien espiritual de sus hijos, ordenando los me– dios más adecuados a su aprovechamiento. El De– recho Canónico manda al Clero secular que, por lo menos, cada tres años haga Ejercicios espiri– tuales (28), a los seminaristas cada año (29), a los ordenandos antes de ser promovidos a las órdenes (30), a los novicios antes de la profe– sión (31), a las personas religiosas cada afio (32). Luego es una voluntad explícita de Dios, y ésta, prescindiendo de otros motivos, bastaría para que nosotros pusiéramos todo interés en hacer bien los santos Ejercicios. Manda el Derecho, cada año, a los religiosos, para mantener siempre vivo y floreciente el espíritu religioso, la observancia re– gular, la austeridad de vida, que exige renova– ción continua de fuerzas. La necesidad o conve– niencia del retiro es evidente, y nadie de los pre- (27) Dilata os tuurn et implebo illud, Ps. LXXX, 11. (28) Can., 126. \29) Can., 1.367, IV. (30) Can., 695. (31) Can., 671, s. 3. (32) Can., 595, s. 1,