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DÍA III.--((DIES COl'IIPUNCTIONIS)) 165 -----------------~ ___ , ------ en su propia excelencia quiere que los demás le alaben y honren. Llámase vanidad, o gloría vana, porque se funda en lo que no está en nosotros; o en lo que está en nosotros, pero no depende de nosotros; o en lo que está y depende de nosotros, pero que no merece que de ello nos gloriemos. C0 · mo decía el Apóstol: ¿Qué tienes qu1:; no hayas recibido?; y si lo has recibido, ¿por qué te glo– rías como si no lo hubieres recibido? .012). Nin– guno tiene motivo para gloriarse sino en la cruz de Cristo. San Francisco de Asís escribe: «Con– sidera, ¡ oh hombre!, a qué grado de excelencia te elevó el Señor; Él te creó y te formó a la ima - gen de su muy amado Hijo, según el cuerpo, y 9, semej anz::i. suya, según el alma. Todas las cria– turas que están debajo del cielo sirven al Crea– dor a su manera, le conocen y le obedecen mejor que tú. Los demonios no le crucificaron, mas tú, con tus pecados, le crucificaste, y todavía le cru– cificas, deleitándote en los vicios y pecados. ¿De dónde puedes envanecerte? Aunque fueses tan inteligente y docto que poseyeras todas las cien– cias, que pudieras hablar todas las lenguas y pe– netrar los espacios celestiales, ele todas esas co– sas no puedes gloriarte: porque un solo demonio conoció más secretos celestiales y sabe de las co– sas terrenas más que todos los hombres, aun in– cluyendo los que recibieron del Señor especial co– nocimiento de suma sabiduría. Igualmente si fue– ses más hermoso y más rico que todos, aunque obraras maravillas, lanzases los demonios, todo eso te será funesto y no te servirá para nada, y de nada podrás gloriarte Es en nuestras enfer– medades que nos podemos gloriar, llevando cada día la santa cruz de Nuestro Señor Jesucris– to (113). La. vanagloria se expresa. por el polvo que di– sipa el viento, según aquello del salmo: Y como polvo que arrastra el viento ele la superficie ele (112) Quid. autem habcs quod non aceepisti? Si au– tem aece¡;isti, quid gloriaris q1wsi non acceperis? I Cor., IV, 7. (113) Opuse. Admon., V, p. 71.
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