BCCCAP00000000000000000000621

86 P. I.-MISIONOLOGÍA DOCTRINAL palabras del salmo Annuntiavi justitiarn tuam in EccLe1,ia magna (39, 10), escribe: Quid est quod addit magna; nisi quia fuit ante non magna? Quae est magna_. nisi de totius orbis terrarum par– tibus congregata; quando ab oriente et occidente, septentrione et rneridie popuLi gentium sunt vocati? (62). Dios llama a su Igle– sia a los hombres de todas las partes del mundo, porque quiere salvar no sólo a los judíos, sino también a todos los hombres de la tierra que ha creado: omnes suos vuLt esse, quos condidit et creavit (63). 112. 8. San Jerónimo.-(Hacia 347-419.) Es generalmente co– nocida la vida de este Padre de la Iglesia, su grande erudición y sus importantísimos trabajos bíblicos. Escribiendo al Papa San Dámaso dice: Si quis in Noe arca (Eccl.) non fuerit, peribit reg– nante diluvio (64). La gracia del Salvador apareció para todos los hombres (65); pues ya no existe diferencia entre siervos y libres, entre griegos y bárbaros, circuncisos o incircuncisos, entre hom– bres y mujeres; porque todos somos una cosa en Cristo, todos hemos sido llamados al reino de Dios, todos, después de la ofensa, hemos de reconciliarnos con nuestro Padre (66). ¿Qué signifi– caría la Redención de Jesucristo si fuese reservada únicamente a los judíos? Si Cristo no hubiese fundado su Iglesia para difundir– la por todo el mundo, resultaría demasiado pobre. Si EccLesiam (per toturn orbem diffusam) non habet Christus ... nimium pauper est (67). 113. 9) San Agustín. - La vwa de San Agustín (354-430), obispo de Hipona, es comúnmente conocida. Fué hombre de genio profundo y fecundidad literaria extraordinaria, cuya doctrina ha ejercido y ejercerá siempre poderoso influjo en la Iglesia y en la humanidad culta (68). De las obras de San Agustín se pueden coleccionar ricos materiales teóricos y prácticos para la ciencia de las misiones. «La mies se viene a la mano-dice el P. Zameza-, (G2) Enarrat. In ps. XXXIX. P. L .. 14, llla (63) Enarrat. In. ps. XXXIX. 11. 20. P. L., 22, 1117. (G4) Epist. XV, Ad Damas. PaJJ., P. L., 22, 355. (65) Tit., II, 11. (GG) Comm. in Epist. ad Titum, eap. II, n. 11, P. L., 2G, 621. (67) Contra Lucifer/anos, n. 15, P. L., 23, 177. (68) ILa biblio;;rafía -general y ~,articular sobre San Agustín fácilmente se puede encontrar en los Manuales de Patrología. Pueden verse, entre otros, CAYRÉ. Patro– logie et Histoirc de !a Tltéo!ogic, •pp. 597-697, Paris, 1938; lVIANo;uccr-CASAMASSA, o. s. A., Istituzioni di Patrología, ,part. II, pp. 276-318; E. PoRTALIÉ, en la voz Agustín (Saint), en Dictionaire de TIH!olOg. Cathol., t. l., co,s. 2268-2471, Paris, 19-09. Acerca de la doc– trina misionológica de San Agustín son muy recomendables las obras de G. WAL– TER, O. F. M. CAP., Die Heidcnmission nach der Lehre des h!. Augustinus, Münster. i. W., 1921; J. ZAMEZA, S. J., La com,ersión de! mundo intie! en la concepción de! •Totus Christus» de San Agustín, Burgos, 1942; IDEM, Luces de redención, 2.a ed .. Bérriz, 1945; IDE~t, Amemos a la Iglesia, San Sebastián, 1944; B. Buscu, O. S. B., De initiatione christiana secundum doctrinam Sancti Augustini. Inquisitio Liturgico– historica. Ty¡p. Polygl. Vaticanis., 1939; G. l\1ETZGER, Kirche und Missio-n in den Briefen Augustins, Gütersloh, 1936.

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz