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íü P. I.-MISIONOLOGÍA DOCTRINAL puesto que uno es el Señor de tcdos, rico para todos los que le invocan; pues todo el que invocare su nombre será salvo». Pero ¿cómo invocarán a aquel en quien no creen? ¿O cómo creerán en aquel a quien nunca oyeron? ¿Y cómo oirán sin predicador? ¿Cómo predicarán, si no son enviados? Por eso está escrito: «¡Qué hermosos son los pies de los que evangelizan el Evan– gelio de la paz, de los que anuncian los bienes!» (214). Pasaje admirable para deducir la necesidad apremiante de enviar misioneros a todos los pueblos de la tierra sin distinción alguna, para que por medio de la predicación lleguen a conocer y creer en Jesucristo. San Pablo no se contenta con escribir a los Romanos, sino que los promete ir personalmente a visitarles. «Cuando me encaminare - dice - para España, espero que, al paso, os veré, y que me acompañaréis hasta allá, después de haber gozado algún tiempo de vos– otros» (215). Como vimos más arriba, verificó su viaje y les predicó y exhor– tó aun desde las cárceles mamertinas. 76. 1-II Epístolas a los de Corinto.---El Apóstol, en su primera Epístola a los Corintios empieza manifestando su vocación divina al apostolado (216). y pasa luego a corregir los cismas y disensiones, recomendando a todos la unidad de doctrina y de fe en Cristo (217). que es el único fundamento de Yerdacl (218). Él predica a Jesucristo crucificado, escándalo para los judíos y estulticia para los gentiles (219), no con sublimidad de sermón y humana sabiduría. sino con la manifestación del espíritu y de la verdad (220); por– que Dios eligió a los ignorantes y débiles para confundir a los sabios y po– derorns (221 ). Los Apóstoles no son otra cosa que ministros de Cristo, coad– jutores de Dios y dispensadores de sus misterios (222). Persuadido ele su misión, siente la necesidad de evangelizar. «¡Ay de mí-dice-si no evan– gelizare!>> (223) ; por esto se humilla, se inmola, se sacrifica y se hace siervo de todos para salvarlos a todos (224) .. Enseña una doctrina admirable sobre el cuerpo místico de Cristo. unidos todos a Él por el bautismo, sean judíos, gentiles, siervos o libres (225). 77. Epístola a los Gálatas.- Es una Carta eminentemente misional, don– de se manifiesta la personalidad de San Pablo, la defensa de su misión y su doctrina. Falsos apóstoles habían pervertido la fe que el Apóstol de las Gen– tes había predicado a los pueblos de Galacia, y de este hecho tomó oca– sión para escribir a los Gálatas. reprendiéndoles por haber creído a falsos apóstoles y haber dejado su doctrina verdadera. que había aprendido del mismo Jesucristo por revelación. Les refiere lo que fué antes y después de su conversión, y cómo fué expresamente llamado por Dios al apostolado: Vt revelaret Filium suu.m in me, ut evangelizarem illum in Gentibus (226,). Porque sabemos que el hombre ya no se justifica por la Ley. sino por la fe en Jesucristo (227). Y en Jesucristo nada vale, ni la circuncisión, ni el prepucio, sino la nueva criatura. Et quicwnque )zanc regulcrm secuti fuerint, pax super illos, et misericordia et super Israel Dei (228). (214) X. 11-l'i 1215) XV. 24. (21G) L l. <217) I. 10-1/i. (2181 III. 11. (219\ I. 23-~B– (220) II, l. (221) I. 27. 1222) III. 9; I\', (223) IX, 16. (224) IX. 19-2:l. (225) XIII, 13. (22G) I. lG. <227) II. 16. (2281 VI, 16-16.

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