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VIII per orbem dilatandum. Insuper, studet, ut acatholicorum om– nium ad unitatem Ecclesiae reditus foveatur: cum unio omnium christianorum conditio sit magni momenti a~ ethnicnrum cnn– versionem ob~inenda.m". (Art 4.") Mas ¿con qué medios se podrán conseguir estos altos fi– ne? Después de la oración ferviente el más indicado es el estudio "cognitione Missionum earumque indigentia.e, la.borum '1.postolicorum, qui in variis mundi plagis a Mi sionariis exercentur, fel lcis vel minus laeti eorum exi tus, i temque omnium earum rerum ad regnum Dei imprimis inter paganos di– latandum referuntur". (Art. 6. 0 ) Ks evidente que para conocer plenamente los múltiples problemas misionales no basta admirar las Misiones en una bella exposición, ni leer tan sólo cartas o narraciones edi– ficantes, ni tampoco escuchar discursos elocuentes y confe– rencias eruditas; es necesario un estudio serio. ordena.do , sistemitico, fundado en sólidas bases. De aqui la perentoria necesidad de Textos o Manuales que reduzcan a un método cien– tifico el inmenso material esparcido en numerosisimas publi– caciones fragmentarias o incompletas, y den una clara y com– pleta visión del conjunto, abrazando los problemas misionales y los conocimientos necesarios para el apostolado misionero EN LA PATRIA O EN TIERRAS DE MISIONES, y estableciendo los principios biblicos, tradicionales, dogmiticos, morales y 2,po·· logéticos de la ciencia misional. Es menester, además conocer las normas j uridicas por las que se rigen las Misiones; la actividad, organización y cooperación del Clero y de los fieles en los paises católi– cos; la acción pastoral, los fines, los medios y el método del ejército misionero que trabaja en las Misiones. Interesa después tener muy presente la epopeya históri– ca, dos veces milenaria, de la expansión de la. Iglessa., su5 origenes, sus vicisitudes y estado actual, y muchas o Lras cuestiones intimamente conexas con la propagación de la Fe y con el establecimiento de la Iglesia católica. en todo el m11ndo. Todo esto se propuso e hizo con claridad y profundidad el docto misionólogo Dr. P. Pio de Mondreganes en su "Manual de Misionologia" que felizmente ve ahora la 2.• edición co– rregida y aumentada. El autor -Profesor en nuestro Pontificio Ateneo de Propaganda Fide - después de haber recogido todo un conjunto de materiales vastisimos y haberlos ordenado lógica y cientificamente, ha formado un CUERPO ORGANICO y COMPLETO DE DOCTRINA, tanto desde el punto de vista teórico como prác– tico. Al desarrollo suficientemente amplio de las cuestiones