BCCCAP00000000000000000000621

APÉNDICES 665 humanis insidiis tua protectione et vir– tute sem;:,Er defende, ut, te miserante, Paradisi requiem tandem feliciter asse– quantur. Per Dominum nostrum Jesum Christum Filium tuum. R.) Amen. Oremus. Domine Jesu Christe, qui par– vulos tibi oblatos et ad te venientes com– plectebaris (hic ponat manus super capita puerorum) manusque super illos lmpo– nens, eis ,benedicebas dicens: «Sinite par– vulos venire ad me, et nolite ¡prohibere eos; talium est enim regnum caelorum, et Angeli eorum semper vident faciem Patris mei»: respice, quaesumus, ad pue– rorum et puellarum praesentlum devo– tionem, et benedlctio tua copiosa super illos descendat ut in tua gratia et chari– tate proficiant, te sapiant, te di!lgant, te timeant, mandata tua custodiant, et ad exoptatum finem perveniant per Te, Sal– vator mundi, qui cum Patre et Spiritu Sancto vivís et regnas Deus in saecula saeculorum. R.) Amen. Benedictio Dei omnipotentis Pa t tris, et Fi t lii, et Spiritus t Sanctl descendat super vos, custodiat atque dirigat vos, et maneat semper vobiscum. R.) Amen. (Deinde aspergantur aqua benedicta.) Il.-Co:;-SAGRACIÓ!i AL NIÑO JESÚS ¡Oh divino Niño Jesús! Atraídos por el encanto de vuestra dulzura, os esco– gemos hoy ,por protector de nuestra in– fancia y por modelo de nuestra vida. Como en vuestra más tierna edad íbais gozoso al Templo de Jerusalén para ado– rar a vuestro padre celestial, así nosotros acudiremos con júbilo a la Iglesia a orar con suma piedad y a escuchar con aten– ción la divina palabra. Como durante treinta años estuvísteis obediente a vuestros padres, así también queremos nosotros respetar y honrar a nuestros padres y superiores, y estarles obedientes. Como crecísteis en edad, sabiduría y gracia delante de Dios y de los hombres, as! nosotros deseamos no sólo evitar cui– dadosamente toda especie de pecado y sufrir y perderlo todo antes que ofen– deros nunca por un solo pecado mortal, sino también esforzarnos por semejarnos a Vos haciéndonos cada día más humil– des, más dulces, más modestos, más Jaba- riosos y más agradables a vuestro Padre celestial, a fin de prepararnos al solem– ne día de nuestra primera comunión, cuando vengáis vos mismo, ¡ oh buen Jesús!, a nuestro débil corazón. Y para obtener con más seguridad este favor y la gracia más preciosa aún de perseverar toda nuestra vida en vuestro servicio, nos consagramos de todo nues– tro corazón (en esta solemne fiesta) a la amabilísima Obra de la Santa Infancia. ¡Haced que :podamos llegar a ser los sal– vadores de esos niños abandonados con inaudita crueldad por sus padres idóla– tras! Dignaos aceptar, divino Jesús, las privaciones que nos impongamos por vuestro amor, a fin de procurarles el bau– tismo, una educación cristiana y el Pa– raíso. ¡Oh, buen Jesús!, que habéis dicho en otro tiempo: Dejad que los niños se acer– quen a Mí y no se lo impidáis, porque de ellos es e! reino de !os cielos; que poníais vuestras divinas manos sobre sus cabezas para demostrar que los tomábais bajo vuestra protección; que los habéis amado y bendecido con singular cariño, nosotros os pedimos con toda la confian– za de nifios que nos dejéis acercarnos a Vos; que nos toméis bajo vuestra pode– rosa protección, a nosotros y a nuestros amados adoptados. Defendednos contra la seducción y la malicia del mundo y del demonio, y concedednos la gracia de cumplir nuestras buenas resoluciones y de jamás se,pararnos de Vos. Santa Maria, Madre de Dios, a la que honramos también como Madre nuestra; San José, que habéis salvado de la muer– te al Niño Jesús, y vosotros todos, Ange– les bienaventurados y Santos del Cielo, rogad por nosotros, por nuestros queridos padres y por los infelices niños paganos abandonados. Así sea. Otra fórmula más corta. ¡ Oh Niño Jesús!, que quisisteis ser sal– vado por la solicitud de José y de Maria del degüello de los Inocentes, y que ha– béis compensado a estos tiernos mártires la pérdida de una vida temporal con el don de una vida eterna; Jesús, amigo de los niños, recibid con benignidad, bende– cid y santificad a los niños, que se ofre– cen y consagran a vuestra Santa Infan– cia, para hacerse, a imitación vuestra y bajo la protección de María y de José, los salvadores de los pobres niños infie– les. Así sea.

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz