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662 APÉNDICES la comodidad de cada uno y el interés de la Obra, y ver lo que conviene mejor al país en que se habita o a las personas asociadas. La colecta por años sería la más pronta y la más segura; la colecta ¡por meses sería menos gravosa, más al alcance de todos y, recordando así con– tinuamente la Obra, entretendría mejor su celo, para evitar los inconvenientes de estas colectas demasiado distintas o de– masiado frecuentes, quizá convendría ha– cerlas por trimestres o por semestres. En este último caso podrían tener lugar en la época de las dos Misas anuales. Pero ,parécenos que, en general, más I\Taldría lliacerlas con frecuencia, sobre todo si se verifican en los catecismos, colegios, casas de educación y escuelas, porque pueden dar ocasión a celebrar pequeñas reunio– nes muy útiles. Sobre este rpunto cada uno seguirá la insrpiración de su pruden– cia y de su celo. Reunidas de este modo las cuotas y au– mentadas con el producto de sus suscrip– ciones, de las colectas y de otros donati– vos eventuales, pasarán de las manos de los Colectores a las de los Tesoreros, de las de éstos a las de los Tesoreros princi– ,pales, que las mandarán a la Dirección Nacional. s VIII.-Dcl sorteo de los nombres de Bautismo. Todos los socios de la Santa Infancia -están llamados al honor de ser verdade– ramente, no sólo los hermanos y herma– nas, sino también los padres y madres de los pobres niños infieles. Ellos son los que los conservan, y, ,por decirlo así, quie– nes les dan por segunda vez la vida del cuerpo al salvarles de una muerte segu– ra, y los que les procuran por el bautis- mo la vida espiritual de la gracia, asegu– ,rándoles también la vida del alma por el beneficio de una educación cristiana. ¡ Y qué nuevo gozo pc,ra los Socios si ,pudieran adoptar en particular alguno de esos niños infelices, mirarlos como a los suyos, dándoles su propio nombre y de este modo rponerlos bajo la protección del santo Patrono que recibieron en el bautismo; en una ,palabra, ser en cierto modo sus padrinos y madrinas, tomar los dulces cuidados de esta carga y cumplir los deberes que ella imipone, según lo permita la disciplina de los parajes! Pues esta satisfacción Monseñor de For– bin-Janson quiso asegurársela a los jó– venes asociados de la Obra para hacerles comprender mejor el rprecio de su cari– dad; mas, como no era ,posible que todos gozaran de este favor a causa del gran número, se dispuso que cada uno de ellos escribiera uno de sus nombres en una rpapeletita y que se procediera al sorteo de todas las papeletas en la proporción de uno por cada cuatro. Del modo si– guiente: tres nombres por cada 12 socios o una serie; 36 nombres por cada subdi– visión o doce series; 432 nombres por una división o ciento cuarenta y cuatro series, etc., etc., cuidando, sin embargo, de no mezclar juntos los nombres de to– dos los asociados rpara sortear la cuarta parte, sino de sortear tres nombres en cada serie, r0pitiendo esta operación tan– tas veces cuantas sean las series, a fin de que cada una haya dado tres padrinos y tres madrinas. El abono simule de 60 céntimos no da derecho más qtie a un solo nombre, me– tiendo cada Socio en la urna uno de los nombres que recibió en el bautismo, o el nombre del santo de su especial devo– ción. AVISOS IMPORTANTF.s referentes a las relaciones de los socios y de los corresp-0nsales de la Obra con 1a Dirección Central (1). !.--CORRESPONDENCIA Lo Todas las cartas, sea cua! fuere su objeto, deben dirigirse exclusivamente al DIRECTOR NACIONAL DE LA OBRA PONTIFI– CIA DE LA SANTA INFANCIA: Calle de M. Ira– dier, 12, l.0-"VITORIA. 2.o Rogamos encarecidamente a los co– rresponsales que indiquen con toda cla- (1) Véanse las INsTRUccrn,;Es que se dan a continuación de estos /\:visos. ridad y exactitud su dirección, sobre to– do, cuando desean una contestación. lI.-ENVÍOS DE FONDOS Los fondos deben enviarse en efectos sobre Vitoria, o en billetes de Banco, en cartas certificadas o en valores decla– rados. Todos los valores de,ben estar suscritos a la orden del señor Director general de la Santa InfCLncia, y no a su no111bre per– sonal.