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648 APÉNDICF:S cia la necesidad de la orac10n, organirn– rá actos especiales de oración por las Misiones, suscitará y patrocinará con su trabajo ligas de oraciones y sacrificios, e invitará a todos los fieles a que rue– guen por ~as necesidades de la Iglesia en sus Misiones. Asimismo organizará colec– tas especiales y se valdrá de otros me– dios «dignos» para aumentar las cuotas reglamentarias de sus socios con limos– nas y donativos de todos los católicos. 6. La Obra de la Propagación de la Fe tiende, pues, a unir a todos los católicos para facilitar el establecimiento de la Iglesia en todas las partes del mundo. Su mote y señ1 ha de ser: «todos para todos» ; sin que se encuentre en sus as– piraciones limitación alguna, participan– do y nutriéndose de la misma catolicidad de la Iglesia. 7. Para conseguir la unión de todos los católicos en estas aspiraciones y desarro– llarse por todos los pueblos de España se servirá la Obra de los medios que crea oportunos, como: a) de la ¡propaganda hablada y escrita, especialmente la pre– dicación sencilla doctrinal, haciendo ver su carácter universalista, su dignidad de órgano de la Sede Apostólica, su dere– cho de que todos los católicos la ayu– den como tales, y con preferencia a to– das las demás Obras misionales; su im– parcialidad y escrupulosidad en la dis– tribución de las limosnas, su organiza– ción seria y firme; b) de la organización ,·iva sostenida por circulares frecuentes y oportunas; c) del examen de estadísti– cas de todas las diócesis, y d) por fin, Y ¡principalmente, de la oración encomen– dada con este fin a las almas buenas, a los nifi.os inocentes y a los enfern1os atri– bulados. LOS SOCIOS Lo Para que los socios gocen de los [Privilegios y favores de la Obra no es necesaria la inscripción en los libros de la misma. Sin embargo, por otros moti– YOS de organización y de vida de la Obra es necesario llevar escrupulosamente los libros o ficheros de sus inscritos. Los religiosos, sean mujeres, sean va– rones, de aquellas Ordenes o Congrega– ciones que tienen algunos miembros en lugares de Misión evangelizando a los infieles, podrán gozar de todos los fayo– res concedidos a los socios de la Obra pontificia con tal que recen todos los días las preces mandadas, o sea, un Pa– drenuestro y A,·emaría con la invocación «San Francisco Jrn-ier, ruega por nos– otros:). Los religiosos y religiosas de las demás Ordenes o Congregaciones, para gozar de los favores concedidos, están ob ,i.ga – dos cada uno a rezar las preces manda– das y la Casa religiosa en que ,•i•;en a dar todos los años alguna limosna a :a Obra pontificia por amor de Dios :: de las almas. 2.o Se ruega a los socios que s9ai, ,;e– nerosos con la Obra, aumentando ~:i)re– mente la '!)€queñísima cuota que eíla les exige, dándola a conocer a los denüs co– mo medio muy adecuado de sufragio ¡:;or los difuntos, de gratitud por los benefi– cios recibidos de Dios y de petición de gracias y bendiciones. Especialmente los que han recibido de Dios bienes abun– dantes harán una obra muy buena, si con ,generosidad y largueza ayudan a la Propagación de la Fe en bien de las 2,ti– siones, cuyas necesidades crecen de dia en día. ;El Sumo Pontífice Pío XI ha concedido que los fieles católicos pobres :iuedan H:r socios de la Obra pontificia y gozar, p,:,:· tanto, de los favores y ,prirdle-gios de la misma con tal que recen todos los días las preces mandadas y den una limosna. aunque sea muy pequeüa, según su pú– breza, todos los afios en fayor de las r,I'– siones. 3.o Par a que más fácilmente ejercitarse esta generosidad, no súl'.J por Jos socios, sino también (Por los de111ás fieles, conviene notar que la Obra pon– tificia de la Propagación de la Fe r•ecibe limosnas para determinadas necesidades de las Misiones, entre las cuales occi;oan el primer lugar la formación y miento de numerosos catequistas, d" es– cuelas y médicos. 4.o Prestarán una ayuda importante a la Obra de la Pro;iagación de la :Fe doo los que, siendo socios o no. entre– guen estipendios de Misas para las :.\li– siones, bien inmuebles, legados aui; cc,n emes ¡particulares y legados de Misas. por fin, también objetos preciosos, t<•do en favor de las 11isiones entre infie'.es. 5.o La ayuda prestada a las :\fisiones es un acto de caridad a Dios y al mo. Pues bien ; la Obra pontificia la Propagación de la Fe contribuye en su– mo grado al cumplimiento de este deber de caridad. Además, los bienhechores de las Misiones: a) participan directamente del apostolado de la Iglesia por la ;}:·o– pagación del nombre cristiano; b) se col– man y enriquecen de este modo de be– neficios divinos; e) gozan del frute de las oraciones, sacrificios y trabajos de los misioneros; d) muy especialmente de los frutos abundantes de muchas, :::nu-