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CAP. !.-FUNDAMENTOS BÍBLICOS 59 Llenos están los libros sagrados, los Santos Padres y Docto– res de textos acerca de la abundancia, de la universalidad y efica– cia de la Redención de Jesucristo, a la cual se la suele llamar fre– cuentemente obra divina de filiación, de reconciliación, de pacifi– cación, de liberación, de renovación ... del género humano (156). 61. Elección e institución de los Apóstoles.-Jesucristo, antes de su muerte, había ya elegido doce Apóstoles, que le acompa– ñaron en muchas de sus predicaciones y viajes. Les instruyó en los misterios de la fe, les dió la virtud de hacer milagros, arrojar los demonios, curar los enfermos y predicar el reino de Dios (157). Los llamó luz del mundo, sal de la tierra (158) y pro– metió hacerles pescadores de hornbres (159). Los doce elegidos eran todos de condición humilde y sin letras humanas. para que en ellos resplandeciL)ra más la ciencia y la virtud de Dios C'n la predicación del Evangelio. Después de la Resurrección los constituyó oficialmente sus Apóstoles o Enviados. Poco antes de la Ascensión les confiere sus poderes con estas palabras: Data est mihi omnis potestas in caelo et in terra. Euntes ergo, docete omnes gentes, bnptizantes eos in nomine Patris et Filii, et Spiritus Snncti. Docentes eos ser– vare omnia quaecumque rnandavi vobis (160). Id por todo el rnwufo y predicad el Evangelio a toda criatura; el que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere será condenau.o (lfil) Predicad en mi nombre la penitencia y la remisión de los pecados a todas las gentes; porq1le vosotros habéis sido testigos de estas cosas (162). En estos textos está clarísima la misión que el Salva– dor confiere a sus Apóstoles, dándoles la potestad e imponiéndoles el precepto de predicar, perdonar pecados y extender su reinado por to~lo d mundo. Ellos deben continuar la Misión de Jesucristo: Sicut misit me Patcr et ego mitto vos (16:3). Sen,[s mis hasta los confines de la tierra (164). 62. Primacía de San Pedro e infalibilidad de la Iglesia.-Jesu– cristo quiere asegurar sobre mea inconmovible su Iglesia, conce– derla garantías de pureza en la doctrina y estabilidad en el tiempo. •~" r,,. r, -..-, .,.. ,,.--,,. -r-,, ,,.,.,_ •-----, ~ - .. .," r,.-.. T-.-•1 -- -•·--- • TT ~ \lvU/ \,.,,.u. '\.-;r. ViL'\¡ J.'lilJUHl. Lit: J..,.ICU 11.,euc11q,iu·tL', u . .tu~. 1'· JU, .(J.llVt::J.b-UHL 111 .r:1u1- landia, 1925. JuA:'l BE::o;LL<Jc¡¡ Y V1n,. Las Misiones Extranjeras. Invitación Po·ntificia a Bur9os. Carta Pastoral, FIL 4~1-53, Burgos, 1B20. (157) Luc., X. (1581 J\fott., v. 13-14. (159) 1\Iarc.• I. 17. (HiO) 1\latt/i., XXVIII. 18-19. (lGl, Marc., XVI. 16. (162) Luc., XXIV, 47. (1G3) Joan., XX. 21. (]G4l Act.. I. 8.
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