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CAP. IX.-DEL CATOLICISMO 641 estragos en algunas naciones, principalmente en la India y en la China; ha dignificado la mujer, suprimiendo la poligamia y el divorcio, elevando el contrato natural al orden sobrenatural del sacramento y concediendo iguales derechos sustanciales a ambos cónyuges, que se deben respetar y amar como Cristo amó a su Iglesia. Luego el catolicismo, no sólo en su revelación y en sus dogmas infalibles, en su moral y en sus costumbres, en sus ritos, cultos y oraciones y en otras muchas manifestaciones de orden religioso, sino también en la dignificación del individuo, en la civilización de los pueblos y en el progreso complexivo de la humanidad, ha superado en grado eminente a todas las demás religiones. Jesu– cristo dijo a los que le escuchaban: «Si no c-reéis en rní, creed en mis obras, porque ellas dan testimonio de quien yo soy» (1). Lo mismo que dijo Jesús de sí, puede decir de su obra la Iglesia cató– lica. Examinad sus obras y su doctrina, y ellas darán testimonio de que es la única religión infalible y verdadera que todos los hombres están obligados a abrazar y fuera de la cual no puede haber salvación. Extra Ecclesiam nulLa salus. ¿ Quién deberá di- las densas tinieblas del paganismo, atraer a los errantes y unir a los disidentes, y hacer de todo el mundo y de todas las re– ligiones un solo rebaño y un solo Pastor, sino el misionero? Luego lancémonos a la conquista del mundo para nuestro Rey J esu– cristo (2). •1,1 Joan., X. 3tL <2) Acerca del núrr1ero de secuaces de cada una de las religiones pueden verse :eco bst8disticas antes citadas, p. 510.