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CAP. I.-FUNDAMENTOS BÍBLICOS 51 Venid subamos al monte del Señor, a la casa del Dios de Jacob; nos en– señarJ sus caminos y marcharemos por sus veredas, quoniam de Sion exi– bit lex et verbum Domini de Jerusalem (102). Palabras que muchos santos Padres creen referirse a los Apóstoles, que, habiendo recibido el Espíritu Santo en Jerusalén el día de Pentecostés, salieron de allí a predicar el Evan– gelio por toda la tierra. Designa la pequeña ciudad de Belén como lugar donde nacerá el Sal– vador: Et tu Bethelehem Ephrata parvul11s es in millibus Juda; e,x te mihi egredietur qui sit dominator in Israel (103). De ella canta Prudencia, en el himno de la Epifanía: O sola magnarum urbium-maior Bethelehem, c1ii contigit-Ducem salutis caelitus-incorporatum gignere 004). 47. Sofonías. --· Anuncia que todas las islas de todas las gentes le ado– rarán (105) invocarán su nombre y le servirán (106). Ultra flumina Aethio– piae inde supplices mei, filii clispersorum meormn deferent mu.nus mihi (107). Comentando este pasaje, exclama San .Jerónimo: «O Israel, o synagoga quondam filia, quam in tato orbe dispersi, lket invideas, licet aemulatione crucieris, tamen ele Aethi1Jpia mihi victimae deferentur, id est, de gentilium populo» (108). Invita el profeta al regocijo con este tripudio: Lauda, filia Sion; jubila, Israel; laetare, et exsulta in onrni corde filia Jerusalem (109) Sofonías compendió en su breve profecía las de otros profetas y compren– dió la plenitud de los tiempos. 48. Ageo.--Después de la cautividad, este profeta exhorta al pueblo a la reedificación del templo, lugar de propiciación, tabernáculo de la alianza, habitación de Dios. La gloria de este templo será mayor que la del primero. Magna erit gloria domus istius novissimae quam primae, dicit Domim1R exercituum, et in loco isto daba pacem (110). Dentro de poco yo conmoveré el cielo, la tierra, el mar y todas las gentes, et 1,eniet desideratus cunctis gentibus (111). Dice San Agustín que por la restauración del templo se in– dica también la Iglesia (112). En Zorobabel reconocen algunos Padres un tipo del Mesías con el cual, ciertamente, tiene muchos puntos de semejanza. 49. Zacarías. Contemporáneo de Ageo, habla en numerosos pasajes del reino de Cristo. En el capítulo II se dirige a Jerusalén y le diee: Lauda et laetere filia Sion: quia. ecce ego venia et habitaba in medio tui, ait Domi– nus. Et applicabuntur gentes m11ltae ad Dominum in die illa et enmt mihi in populum (113). Habla de la felicidad de los habitantes de Sión por el regreso de los hijos dispersos: Ecce ego salvaba populum meum de terra Orientis, et de terra Occasus solis... et erunt mihi in popu!um et ego ero eis in Deum inveritate et in justitia (114}. Mira la entrada triunfal de Jesús en la ciudad santa, y exclama: E.1:s11/ta satis, filia Sion, .iubila, filia Jerusalem: ecce res (102) Miq., IV, 1-2. (103) Miq .• V, 2. (104) Brev. Rom. Epiph. Himm, Laud. (105) Soplt., II, 11. <lüli) Soplt., III, 9. il07) Soph.• III, 10. (108) Comm. in Sop/1., cap, III, P. L., t. XXV, col. 13GO, íl09) Soplt,, III, 14. (110) Agg., II, 7-10. (111) Agg., il>íd. i112) De civit. Lih. XVIII, carp. XLVIII, P. L.. t. Hl, col. tiln. (113) Zac/1., II. 10-11. (1141 Zaclt., VIII, 7-8.

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