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P. l lllISIONOLOGÍA DOCTRINAL Ya en el capítulo II anuncia el reino mesiánico bajo la figura de una montaña elevada sobre la cima de los montes, a la cual concurrirán todos los pueblos para instruirse en la ley del Señor, quia de Sion exibit lex et verbum Domini de Jerusalem (68). En el capítulo VII vaticina el nacimiento de Emanuel de una Virgen, que sabrá reprobar lo malo y elegir lo bueno (69); saldrá de la tierra de Israel y de la estirpe de Jesé, destruyendo en su venida a todos sus enemigos. Parvulus enim natus et nobis, et filius datus est nobis, et factus est principatus super hurnerum eius: et vocabitur nomen eius, Admirabilis, Consiliarius, Deus fortis, pater futuri saeculi, prínceps pacis. Multiplicabitur eius imperium, et pacis non erit finis: super solmn David et super regnmn eius sedebit (70). En el cap. XI, empieza con aquel egredietur virga de radice Jesse, el Príncipe de la paz que congregará todos los dis– persos de Israel y atraerá todos los bienes, porque descansa sobre :f~l el espíritu del Señor (71). Nos describe un banquete grande pre– parado para todos los pueblos de la tierra, aludiendo, sin duda, a la Eucaristía, banquete universal de pobres y ricos, de pequef10s y grandes. Et faciet Dominus exercituum omnibus populis in monte hoc convivium pinguium, convivium vindemiae, pinguium mecfollatorum, vindemiae defaecatae (72). El Señor congregará las gentes del Oriente y del Occidente, del Septentrión y del Me– diodía y traerá sus hijos e hijas de los extremos de la tierra (73). El capítulo XLIX es un himno al Mesías que vendrá para luz y salud de todas las gentes. A la vista de los pueblos levantará su l..iandera y traerán a sus hijos en brazos y a sus hijas llevarán sobre sus hombros (74). Esa bandera será la Cruz que arrastrará hacia sí todas las gentes de la tierra. En el capítulo LIII, con vivos colo– res se describe la pasión y muerte del Salvador, varón de dolores, herido por nuestras iniquidades. Vulneratus est propter iniquita– tes nostras, attritus est propter scelera nostra (75). Después será :; s,: l,Xll.'.ndt:rú su imperio por toda la lierra: Dilata locurn tentorii tui, et pelles tabernacnlonlm extende, ne parcas: longos fac funiculos tuos, et clavos tuos consolida. Acl dexterarn enini, et ad laevam penetrabis: et semen tuurn Gentes hereditabit, et civitates desertas inhabitabit 06). El capítulo LX comienza con un cántico de alegría, en que el profeta invita a Jerusalén, figura de la Iglesia, a alegrarse por la VL'nida dd Mesías con tantas an- (G8) II, 3. Cfr. H.W.\EL CRIAll<>, pp. 53-55, Burgos. W9) VII, 14-lG (70) Is., IX, 6-7 (71) XI, 1-2. (72) XXV, 6. (73) Is., XLIII, E 7 (74) XLIX, 22. (75) LIX, 5. (76) LIV, 2-3.

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