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44 P. I.-MISIONOLOGÍA DOCTRINAL das para su inteligencia. El hindú podrá encontrar una filosofía sutil y penetrante; un discípulo de Confucio, concretas reglas dP moral; el budista, materia para satisfacer sus ansias de contem– plación; el Islam y el Judaísmo moderno, los acentos emocionan– tes de un Dios que, después de diecinueve siglos, pide a su pueblo elegido de entrar en la herencia de sus Padres. La Iglesia militante eleva todos los días esta lau.s perennis, eco de la aeterna lau.s que en el cielo canta la Iglesia triunfante. Los que, por razón de su estado, tienen obligación de recitar cotidia– namente el salterio, disponen de un medio excelente para fomen– tar la piedad misionera y rogar por la prosperidad de las misiones católicas, mediante las cuales se extiende por todas partes y ·a todas las gentes el reino de Dios, con el fin de que todos, como do– m{,sticos y ciudadanos, le conozcan y alaben. San Jerónimo, escri– biendo a Leta sobre la educación de su hija Paula, dice: «Assues– cat ad orationem et psalmos nocte consurgere ... stare in acie qu.asi bellatricem Christi» (61). En la lucha por la expansión del reino de Cristo, procuremos nosotros usar de esta poderosa arma de la oración litúrgica para acelerar la hora de su triunfo completo y universal. Adveniat regnu.m tuum! 36. En los otros libros didácticos. como los Pro¡,erbios, el Eclesiast.6.c, el Cantar de los Cantares, la Sabiduría y el Eclesiástico, se pudieran espi– gar también algunas ideas misioneras en el sfcntido de que muchísimas ver– dades, enseñanzas, exhortaciones, consejos, sentencias y principios son apli– cables a todos los hombres creados por Dios N. S. Sn bondad, su miseri– cordia, su justicia y su providencia se extienden a todas las razas, a todos los pueblos, a todos los hombres, cuyo fin es el servicio de Dios en el tiempo y su posesión en la eternidad. Pablo Heinisch (62) ba hecho algunas breves indicaciones sobre el particular, pero no creemos oportuno detenernos en ellas. ~ IIL-PROFETAS (63) 37. En dos verdades religiosas se apoyan principalmente los profetas: en el jahveísmo y en el mesianismo; el primero lo en– euentran en Moisés, el segundo lo contemplan en Cristo. Fundados en el jahveísmo rechazan la idolatría, las supersticiones. las comu– nicaciones peligrosas eon los gentiles; atraídos e iluminados por el mesianismo predican y predieen el universalismo del futuro reino en la Nueva Alianza. El reino de Jahvé y -el reino del Mesías son universales. El primero es universal porque el Dios verdadero (61) P. L., 22, 875. (62) PAUL HEINISCH, Die Idee dcr Heidcnbclccllrung im .4lten Tcstamcnl, rpp. 74-77, Münster in W€stf., 1916. (63) Cfr. P. HEINISCH, Die Idee der Heídenbckehrtmg bci den rorexilischen Schriftprorp-heten, en Zeitschr. f. Missionswiss, 1914, t. IV, pp. 81-106.