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38 P. I.--MISIONOLOGÍA DOCTRINAL 11oci rneae (14). Se renuevan por cuarta W!Z a Isaac en Gerara, cuando el Scfior le dice que multiplicará su descendencia como las estrellas del mar, et BENEDICENTUR in semine tuo omnes gentes terrae (15). Quinta vez reitera Dios las promesas a J acob en Betel, cuando la visión de la escala que llegaba hasta el cielo por la cual bajaban y subían los ángeles. Tu descendencia-dice– será como el polvo de la tierra; te dilatarás del Occidente al Orien– te, del Septentrión al Mediodía, et BENEDICENTUR IN TE et in semine tuo c1mctae tribus terrae (16). En estas cinco promesas que Dios hizo a Abrahán y a sus descendientes está clarísimo el universalismo, pues por su descendencia serán benditas todas la;; cognationes, nationes, gentes et tribus terrae. Reminiscencias y ecos de estas promesas se encuentran también en los Salmos (17), Eclesiástico (18), Actos de los Apóstoles (19), San Pablo (20) y otros libros sagrados. La misma idea de universalidad de la Re– dención expresaba proféticamente Jacob, cuando próximo a la muerte vaticina lo que había de suceder a sus descendientes y diC() ::1 ,Judá: Non au.feretur sceptrum de Juda et du.-:c de femare ejus, donec veniat qui rnittendus est, et ipse erit expectat.io gentiv,rn (21). El Génesis es un libro 1mi1,crsalista; en muchos pasajes sr~ habla, más o menos explícitamente, de un futuro Redentor, que nacería de la descendencia d'3 Abrahán, a quien todas las naciones de la tierra esperaban y en el cual todas ellas serían henrlitw·. norquc podrían participar de los frutos superabundantes de su redención. Gimiendo el pueblo elegido bajo la dura esclavitud de los Fa– raones, Dios envía a su caudillo Moisés para que con su robusta mano y brazo excelso le saque dP la servidumbre de Egipto y le conduzca con continuos prodigios por el desierto hasta llegar a la tierra prometida que mana leche y miel. Moisé>s simboliza lé! per– sona del Mesías, ejerciendo las funciones de Legislador, Profeta y Mediador. En todo el Pentateuco aparecen las varias n~lacion0s del pue– blo elegido con las otras naciones, la expansión de la religión is– raelítica, cuya doctrina religiosa contiene un verdadero univer– salismo. 27. Josué.-En el libro de Josué (cap. II, VI) se refiere que Rahab dió hospitalidad a los dos exploradores enviados por Josué a Jericó; les suplicó que tuvieran misericordia de ella y de sus (14) Gen., XXII, lll. (15) Gen., XXVI, 4. (16) Gen., XXVIII, 14. (17) Ps., LXXI, 17. (18) Eccli., XLIV, 22--26. (19) Act., III, 25. (20) Gal., III, G-9. (21) Gen., XLIX. 10.