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NOCIONES PRELIMINARES.-IMPORTANCIA DE LA MISIONOLOGÍ.\ 15 fano, puede parecer, a primera vista, que falta la unidad nece– saria para formar una verdadera ciencia ; pero esa unidad no la debemos buscar en el objeto material, sino en el objeto formal. Santo Tomás dice: «Est enim unitas potentiae et habitus consi– deranda secundum objectum, non quidem materialiter, sed se– cundum rationem formalem objecti» (53). La razón formal que une todas sus partes en un conjunto compacto y metódico es la evangelización del mundo, la plantación y consolidación de la Iglesia única y verdadera en toda la tierra, a fin de que todos los hombres puedan disponer de los medios comunes de salvación y santificación. Todos los elementos materiales se consideran desde este punto de vista y se unen en esta razón formal (54). Algunos se preguntan: Si es una ciencia, ¿dónde se debe colocar? No cabe la menor duda que pertenece a la Teología, como la parte al todo. Una ciencia puede ser subalternante o subalterna. Se dice sub– alternante cuando tiene principios propios e inmediatamente co– nocidos ; subalterna, cuando toma sus principios de una ciencia superior, de la cual depende. Así, por ejemplo, la música es cien– cia subalterna, porque se funda en los principios de la Aritm{,– tica. Es claro que la Misionología depende de la Teología, de cu– yos principios se sirve. No hay, por tanto, dificultad alguna en llamarla ciencia subalterna. Así como en el curso teológico se comprenden la Escritura, la Dogmática, la Historia eclesiástica, la Patrología, la Moral, etc., y cada una tiene su objeto formal, próximamente diferente, gozando de una autonomía relativa; del mismo modo y con el mismo derecho, la Misionología (55). 10. Importancia de esta ciencia.-Múltiples razones se pueden aducir para probar la importancia de esta ciencia. Indicaremos sólo algunas: a) En el orden especulativo y cultural la Misionología contri– buye también al complemento y perfeccionamiento de otras cien– cias. En primer lugar, de la Teología, de la cual se considera como parte o ramo especial. Es evidente que su estudio proporciona gran– des ventajas en el orden escriturístico, tradicional, dogmático, moral, apologético, jurídico, histórico, ascético y místico. No sólo el grande edificio de la ciencia teológica, sino también las ciencias profanas reportarán grandes utilidades. Así, por ejem– plo, la Geografía, la Historia profana, la Etnología, la Glotología, etcétera, no pueden prescindir, si quieren proceder con método (53) r. q. I, art. III. (54) Cfr. C. CARMINATI, O. c., p. 6. (55) Pío M0'1DHEGANES, O. F. M. Cap., ¿Qué es Misionología? Colaboración científica de la AFElMlE, en Illuminare, 1932, t. X, marzo-abril, pp. r-xvnr.
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