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136 P. I.-MISIONOLOGÍA DOCTRINAL sacramento que obra ex opere operato; y la fe es un acto humano, cuya eficacia depende también del openmte (123). Conviene observar que no es lo mismo la fe in voto que la fe implícita. Esta supone la explícita, por lo menos en las verdades indispensables. Se da asentimiento implícito a una verdad, cuando está contenida en otra que explícitamente se cree. 16~. dogmas son absolutamente neccsarios?-Como ob- jeto mínimo es absolutamente necesario creer explícitamente con fe sobrenatural estas dos verdades: que Dios existe y que es remunerador, conforme a las palabras de San Pablo: Credere enim oportet accedentem ad Deum quia est, et inquirentibus se re– munerator sit (124). En esto están concordes los teólogos. ¿Es objeto necesar:o creer también explícitamente en el misterio de la San– tísima Trinidad y en Jesucristo Redentor? Esta es una cuestión muy disputable, de la cual no nos ocupamos ahora (125). ARTICULO X NECESIDAD DEL BAUTISMO 163. Según la doctrina católica, para conseguir la salvación eterna es medio intrínsecamente necesario, que no se puede suplir de ninguna manera, la gracia. La gracia, en la presente economía, no se concede sino por los múritos de Jesucristo. Por divina dis– posición, para la infusión de la gracia es necesario el bautismo. Este puede ser de agua (fluminis), es decir, con la ablución del cuerpo y con la aplicación de la fórmula; es el sacramento de la Nueva Ley instituído por Jesucristo para la regeneración (sacra– mentum regenerationis). Puede ser de sangre (sanuuinis), sufrien– do el martirio por Jesucristo, bañándose en la propia sangre. Puede ser de deseo ( flamminis) cuando se desea ardientemente recibir el bautismo de agua con la plena conversión a Dios, mediante la contrición y caridad perfecta. Basta el deseo implícito de hacer todas las cosas que Dios manda. Contra los pelagianos, luteranos, calvinistas. anabaptistas, mo– dernistas y otros, que negaron la necesidad del bautismo, afirma– mos: El bautismo de agua es necesario a todos con necesidad de medio; pero puede suplirse con el bautismo de deseo en los adultos y con el de sangre en los ad1tltos y niños. Lo dijo el mismo Jesu-• (123) Cfr. PESCII, o. c., t. VIII, p;,. 213-2g; LE:-;c;rnc. o. c., n. 358, p. 200. (124) Hcbr., XI. 6. (125) Véanse los textos de Dcgn1ática y d0 J\íoraL

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