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CAP. !!.-FUNDAMENTOS TRADICIONALES 111 Y San Pablo escribía a los Efesios: Implemini spiritu, loquentes vobismetipsis in psalmis et hymnis et canticis spiritualibus can– tantes et psallentes in cordibus vestris Domino (178). Y a los Colo– senses: Docentes et commonentes vosnietipsos psalmis, hymnis et canticis spiritualibus, in gratia cantantes in conlibtls vestris (179). Desde los principios de la Iglesia los fieles oraban y ofrecían a Dios hostiam laudis. Paulatinamente se fué formando y desarrollando en la Iglesia el oficio divino, la laus perennis, para honrar a Dios y excitar en el alma profundos sentimientos de devoción, como afirma San Agustín en sus Confesiones: Quantum flevi in hym– nis et canticis tuis suave sonantis Ecclesiae tuae vocibus commo– tus acriter. Voces iilae influebant auribus meis et liquabatur ve– ritas in cor meum et exaestuabat inde affectus pietatis et curre– bant lacrymae et bene milú erat cmn eis (lBO). El salmo, dice San Ambrosio, Benedictio populi est, Dei laus, plebis lauclatio, plausus omnium, sermo universorurn, vox Ecc.lesiae, fidei canQra confess.ia , auctoritatis plena devotio, libertatis laetitiae, clamor jucundita– tis, laetitiae resultatio (181). Los Ordenados in sacris y muchas personas religiosas tienen obligación de recitar cotidianamente, en particular o en común, esta oración litúrgica de la Iglesia, la cual reviste un triple ca– rácter universal: 1) Universal en las intenciones; que se deben tener en el rezo de esta oración oficial. ((Domine in unione illius divinae intentionis qua ipse in terris laudes persolvisti, has tibi persolvo» (182). ¿ Cuál es la intención de Jesucristo en la oración? La gloria de Dios y la salvación de las almas: Santificetur nomem tuum, aclveniat reg– num tuum (18:3). El fin de su venida a este mundo es que tenga– mos vida y la tengamos en abundancia (184). Esta es la misión de Jesús ; a esto se dirigen sus oraciones al Padre. 2) Universal por razón de su carácter público 1J oficial; por– que los sacerdotes y demás personas obligadas por ley eclesiástica al rezo del Breviario lo haccm en nombre de todo el pueblo cris– tiano y para bien de toda la humanidad. Los sacerdotes son los in– termediarios entre Dios y el pueblo. 3) Universal en la doctrina y en los sentimientos que contie– ne; pues un buen número de salmos, himnos, antífonas, responso– rios, lecciones de Escritura y otras partes que comprende el Bre– viario, son formalmente o teleológicadente universalistas y, por tanto, misionales. El Salterio, con los otros libros sagrados del An- (178) Eplles., V, 18. (179) Col. III, 16. (180) Liil. IX, C'ap. f;, P L.. '.l2, íló!l -770 (lBl l Ennrr. in Ps.. I, n. !l, P. L. 14, ni;,, (1821 Cfr. Aperi Do111i11e init. Off (183) Jlfottlt., VI. 9. (184) Joan., X, 10.
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