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96 P. I.-MISIONOLOGÍA DOCTRINAL Ordinaires du Congo Belge et du Ruanda-Urnndi, Léopoldville, 1932, 1936. El conocimiento de la legislación, de los métodos, de las direc– trices y normas que las autoridades eclesiásticas han dado para conservar la pureza de la fe y de costumbres, para la atracción y conversión de los infieles y herejes, y para la consolidación y dilatación del Reino de Dios, sería muy útil a los misioneros y misionólogos. El hacer un resumen, y aun simplemente una lista, de todos o de los más principales, nos sacaría fuera de nuestro margen; por esto remitimos a los lectores deseosos de mayor amplitud a las grandes colecciones citadas en la bibliografía y al catálogo bi– bliográfico de los Sínodos y Concilios Misioneros, publicado por J. RoMMERSKIRCHEN, O. M. I., y PAVENTI, donde encontrarán un guión para ulteriores investigaciones. ARTICULO III DE LOS SUMOS PONTIFICES 128. Bibliografía.-G. CANTINI: 1l risreglio missionario suscitato dal Papa Innocenzo III e la vocazione missioncrria di S. Antonio da Padova, en U. M. dd Clero Italiano, p. :n, Roma, rn:32.--CASTEL-Luccr: L'atti1,ita missionaria dci Pontifici della Controriforma cattolica, en Il Pens. Miss., rn:n, t. III, pp. 352-3(l7; rn:32, t. IV, pp. 113-1:12.--J. DINDINGER, O. lVI. I.: Il Papato e le Missioni, en Guida df'lle Miss. Catt., pp. :-1-:30.-L. VON PASTOR: Geschichtf' der Piipste seit clem Ausgang des Mittclalters (1417-1800), vol. XVI, Freiburg in Br., 1901-In:3:3.-J. Scn111rnLIN: Paptsgeschicl1te der Neuesten Zeit (1800- Hl22), vol. IV, i\1ünr!wn. HJ33-rn:rn.-TH0111AS A JESU, Ord. Carm.: De pro– cnranda salute omnium gentimn libri I-IV, Ed. Tno::11.., Jr:su (P,n11110Lr), lib. III, pp. 67-90, Homae, 1D40. ·-·- V. C. VANZIN: 11 (er111ento del Reuno, part. II, Linearnenti storici della cooperacione missionaria, pp. 51-1:J\l, Roma, J 946.-Para un estudio más completo se ptwden consultar los lVIanualZ's de Historia Eclesiústica, las Actas ele los Pontífices y el Bullnrium Roman!lm. 129. Los Sumus Pontíílceé;_ siendo los Pastores Supremos de la Iglesia, se ocuparon siempre, no sólo de conservar h unidad de toda la Cristiandad con el Vic;irio r.:e Cristo contra los cismas, la purPza e integridad de la :fo contn lo,; hereje,;. sino también do prcpagarb Pn lo:-; irn.eblos infidt"·,. enviando mi:iioneros, esta– bleciendn normas p,Ea la evangeli:rncifm y d,sp'rt:mdo el celo de los fieks a la cooperaci6n. L:, hi:-·toria de las misiones demuestra que los Papas han sido siempre los custodios natos de la tradición misional. va c:e consiclere como doctrina. va como actuación. Pío XI ('ffi'.)icza la Encíclica mis'.oneora Rerum 'Ecclcsiae con estas D::th- l , ' . .l. ~