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86 CARTAS DEL BEATO DIEGO JOSÉ DE CÁDIZ No puedo más. Mis expresiones á los señores nuestros hermanos y todos tus hijos y demás mis favorecedores. Encomendémonos á Nuestro Señor, á quien ruego te me guarde muchos años en su santo amor y gracia, como lo desea tu afectísimo y siervo en Nuestro Señor Jesucristo, Fr. Diego Jo9é de Cádit. J. M. J. Cádi;r_ 24 de Abril del 98. Amadísimo hermano de mi alma. Sea Dios siempre con nosotros. En el día de ayer se determinó por mi Rdo. P. Provincial que se omitiese por ahora mi viaje á Andújar, por lo adelantado del tiempo, largo del viaje y precisa detención aquí, y se resolvió que predicase en Jerez la Novena de la Divina Pastora que con tanto empeño ha pedido aquel nuestro Sín– dico 1 • Esta novedad te l~ aviso sin perder correo, para que te resuelvas á venir y hagas por estar allí en toda la semana que sigue á ésta,· para los fines que ya sabes y tenemos concertados. Ayer concluí la Misión al pueblo. Las tres pláticas á los protestantes fueron 20, 21 y 22 por la tarde. Asistieron con la mayor atención y edifi · _ cación, y han manifestado deseo de oir más, por lo que se ha determinado predicarles en las tardes de mañana y de pasado, Parece que alguna parte ha caído en tierra óptima. Por lo menos se manifiestan gustosísimos y algo convencidos. Todo se debe á la bondad de Dios y á las oraciones de nues– tra Hermana Antonia, pues te aseguro que todas tres tardes subí al púl– pito sin saber cómo digerir y proponer los muchos y gravísimos puntos gue había de tocar, lleno de confusión y de amargura. Este soy yo, y el 1 La novena á que se refiere la predicó en la iglesia parroquial de San Dionisio, empezando el día 2 de Mayo y concluyendo el día 10. En este día predicó también el panegírico por la ma– ñana con el tema: Si ignoras te, etc., del Cantar de los Cantares. Para los sermones de la novena puso un solo tema tomado del capítulo x1, versículo 7 de Zacarías. Los croquis, extensos y her– mosísimos, corresponden á los números 24, 25, 26 y 27, al Cuaderno 17 de Ideas pa11egfricas, y los restantes al Cuaderno 18. Es muy de desear que dichos croquis se publiqu_en para gloria de Dios y de su siervo fiel; ni es aventurado decir que serían del agrado del público, especialmente de los predicadores, que encontrarían en ellos un verdadero arsenal de bellas ideas y sólidos argumen– tos teológ;cos y no de pacotilla y mode.rnistas, que de éstos sobran todos los que hay, y nó hay pocos por desgracia.

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