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CARTAS DEL BEATO DIEGO JOSÉ DE CÁDIZ el 3o lleguen aquí para el correo, será necesario que los lleves tú, y allá me los darás; en todo caso, si pueden venir, venga el sacado en limpio y llévate lo restante del borrador. Hoy ha sido por ti la misa, y otro día, si vivo, será por el que ha copiado el sermón. Adiós, hermano de mi alma, en quien es todo tuyo tu hermano y siervo en Nuestro Señor Jesucristo, Fr. Diego José de Cádiz_. J. M. J. Ecija 16 de Marz_o del 98. Amadísimo hermano de mi alma: No es decible el cuidado en que me tiene tu padecer, el que infiero de tu silencio, no obstante que el Padre Guardián me dice que estabas mejorado. Dios haga que así sea, según que fuese más de su divino agrado. Yo sigo sin especial novedad, á Dios gra– cias, para cuanto quieras servirte de este tu mal hermano, que te obedece en regalarse y dejarse cuidar como si fuera un príncipe. Así lo hicieses tú, que ciertamente lo necesitas más que yo. . Antier empecé esta santa Misión con particular complac¡,ncia mía, por la extremada moción y devoción de er;,tas gentes, que hacen los mayores extremos. Su Majestad nos conceda el ver á esta ciudad hecha una Ní– nive penitente. Al paso por Jerez vi y hablé á nuestra Hermana, le en– cargué esta Misión, y tuve el gran consuelo de oírle el modo con que re– cibió ya al Espíritu Santo, como te lo había escrito. ¡Bendito Dios, que tan prodigioso es con esta alma! Ya quedaron encajonadas las habas. El cajón vino sin las flores que me dijiste le enviabas. El canastito va lleno para mi hermano, tu hermana , Escalesa,, etc. A los portadores les he dado no pocas, un buen puñado para los dos. No puedo más, hermano mío. Cuidado con esta Misión y con el Misionero. Yo ruego á Nuestro Señor te me guarde muchos años en su santo amor y gracia, como lo desea tu afectísimo hermano y siervo que más en Nuestro Señor Jesucristo te ama, Fr. Diego José de Cádiz.. P. D.-Mis encarecidas expresiones á mis señores y hermanos en las dos casas, y demás tus hijos, etc.