BCCCAP00000000000000000000614

1 797 81 esta proporción, me lo avisarás, y por nuestro devoto Montoya iré remi– tiendo á trozos lo que tengo escrito. Si te fueres á Carmena y hallamos alguno en ésa que haga esto, bastará que lo dejes rrevenido y que sepa yo su nombre para lo dícho. Cuidado, que esto no ha de ser por dinero, por– que de ese modo no puedo yo hacerlo, ni convenirme á ello, porque mi Regla no me da esas facultades. Adiós, hermano de mi alma. Su Majestad n.os llene de su divino amor y gracia, como se lo pide tu afectísimo hermano y siervo en Nuestro Se– ñor Jesucristo, Fr. Diego José de Cádiz_. J. M. J. Ronda 1 2 de Diciembre del 97. Amadísimo hermano de mi alma, de mi mayor veneración en Nuestro · Señor Jesucristo. Allá va el resto de la primera parte de nuestro consa– bido sermón; alambícalo bien, para que salga sin escorias y sin la inmun– dicia que yo le pego. La segunda parte va muy lentamente porque, á la verdad, es mi rudezá sin igual y no acierto á expresar lo mismo que quiero decir. ¡Dios tenga misericorctia de mí! Cuando empezaba á escribir este sermón, ó me preparaba para ello buscando noticias, escribí varias veces á nuestra hermana María Antonia, como la principal ó casi única que puede informar de esto, y en una de sus respuestas me dice: «Que el Padre le había dicho varias veces: no habla necesidad de decirme sus co– sas, porque ya habla cesado el motivo para hacerlo, y al mismo tiempo me preguntaba si era verdad que el sermón se había ya impreso.» Ahora he reflexionado que aquella respuesta, como contraria á la verdad, no pudo ser 'del venerable P., Ruiz; y que tal vez se la daría el que se transfi– gura en ángel de luz, siéndolo de tinieblas, para impedir el bien que de tan singulares noticias 1 puede resultar á los que lleguen á leerlas. Quiero que me digas tu parecer sobre esto, porque me parece que es especie digna de apuntarse en el sermón. Me alegro que hayas tenido .carta de la Hermana; la que á mí me es– cribe es para consolarme en el asunto de las muelas. ¡Dios se lo pague! Está contentísima con la esperanza de que hemos de ir juntos á visitada. Adiós, hermano de mi alma, encomendémonos á Su Majestad, á quien 8

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz