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56 CARTAS DEL BEATO DIEGO JOSÉ DE CÁDIZ mucho la atención su impropiedad, y sí ·que era mi amor propio y vida sensual que aquí tengo por el excesivo cuidado ó delicadeza con que me· dejo tratar y me trato, lo que ya he co1ifes<1do y apenas he empezado á corregir; y que el hombre era también mi amor propio, que con aparien– cia de buen fin y de no quebrantar la salud, habi,t omitido en los días anteriores hacer las disciplinas ligeras qne debo lwcer en 1,,s días de mi– sión. Acaba de desengañarte., he'r,nan0 de m.i t,lm,1, y ~onoce gr•e no hay monstrL10 que pueda conmigo équipar.irse. ¡Necio de mí que t,:11'1.Lo halago, á mi enemigo 1 ! No hay h,1gar para más; pasado mañana conclnyo aquí y pienso pasar á Baena 2 • Encomendémonos á nuestro ?r,t'ior, á c¡1iien ruego te \Be¿¡uarde muchos años en su d·ivino amor y gracia, como lo desea tu afec1Liff10 her– mano y siervo en nuestro Señor Jesucristo, Fr. Diego José de Cádiz.. J. M. yJ. Ronda 8 de Enero del 96. Amadísimo hermano de mi mayor venera-ción: Recibo la tuya de· 1.º del corriente con el consuelo de iu alivio, que te apetezco permanente,. si fuere del agrado de Dios, pern me temo durt! poco, porque tu enmienda y escarmiento no será de muchos días. No seas así, déjate estar, qlie la pe– lada ella vendrá sin que la llames; no la busques, miraque es muy fea y si te hace un guiño te ha de arrancar el alma, porque en eso paran sus ca– riños. Por otra parte, si te vas y nos dejas se olvidaráf,l presto de ti y di– rán: el muerto al hoyo y el vivo á la hogaza, etc., y en acabándose el Pa– ll.re González se acabaron cuatro cosillas buenas en qu.e ahora se entre-· tiene. Procura vivir, y muérase la muerte. No aprendas de mí, que estoy hecho un poltrón,fray-mosca, perdulario sempiterno. ¡HL1ye, hermano mío; huye de este zampatortas y tragaldabas que, con el pretexto de enfer– mito, come á dos carrillos, duerme á pierna su_elta y se regala á qué quieres boca. Ver<;lad es que mucha parte de esto no pasa de la intención de los.. dantes y que á vueltas de ello, hay el no levantar cabeza. del bufete, ni sol– tar l.a pluma día alguno y que la cabeza se enciende y murmur~ contra 1 Es claro que no habiéndose publicado éstas ~atta$ hasta ahora, de esta tan instructiva·. · visión· no se tenia conocimiento. 2 Baena dice el original. Es error á no dudarlo, pues estando en Baena no podía pasará. esta población. De aUí fué á L ucena y, esto es lo qu~ quiso de~ir.