BCCCAP00000000000000000000614

CARTAS DEL BEATO DIEGO JOSÉ DE CÁD!Z que gusten, todo á fin de que se corte este pleito, cuya prosecución ha de sernos á todos muy dolorosa por distintos motivos. Yo lo deseo eficazmente, lo pido y lo suplico por el amor de nuestro Redentor y de su Santísima Madre, muy seguro de que por parte de mis señoras y de nuestro amado hermano. no hay mucho que vencer ni que trabajar. Esta confianza me alienta á cansar á usted, y espero en Dios que todo será como apetecemos. Deseo á usted cumplida salud y que se haya restablecido perfectamente de sus males. Yo sigo ahora bien delos míos, á Dios gracias, y siempre de corazón de usted para lo que pueda servirle, me repito á su disposición, me encomiendo en sus oraciones y ruego á Nuestro Señor guarde su vida muchos años en su santo amor y gracia. B.L.M. de usted su afectísimo hermano, capellán y siervo en Nuestro Señor Jesucristo, Fr. Diego José de Cádiz_. P. D. - El sujeto que me interesa en este negocio le he respondido dándole alguna¡: esperanzas. J. M. y J. Ronda 2 I de Octubre del 9 I. Mi R. P. Lector Fr. Francisco González. Amadísimo hermano mío de mi mayor veneración: Con la debida re– cibo la muy apreciable de usted de.17 del corriente con la inclusa de Ma– drid á que en la adjunta correspondo. No dudo que mediando usted, y siendo tanta la bondad de nuestro hermano el R. P. Ojeda y de las seño– ras, harán de su parte cuanto sea dable para que el consabido pleito se concluya. Yo no sé si me excedo en las cartas que escribo al que me inte– resa en ésta, porque le hablo con algún ardor, bien que asegurándole que estoy ignorante de lo que en el pleito se trata, porgue ya.no me acuerdo de lo poco que se me dijo en ésa el año pasado. Convifme que yo lo ignore para hablar con mayor libertad al que me empeña. Si conserva usted los papeles que le incluí en la mía, haga el favor de volvérmelo. Yo, amadísimo hermano mío, nada entiendo de cosas de espíritu ó de interior, porgue soy hombre terreno y carnal entregado todo á cosas ex– teriores de papeles. Pero en orden á esa buen alma podrá hablarle con se– guridad de usted nuestro venerable P. Maestro Ruiz y juntamente Dios,

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz