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162 APUNTES BIOGRÁFICOS DE DOÑA ANTONIA HERRERA ranas y ráfagas de plata, como en mil primores de positivo valor, entre otros pue– den señalarse algunas casullas ricamente bordadas de oro con imaginería, y la ·puerta del sagrario, dorada á fuego, representando, en magnífico bajorrelieve, la Coronación de la Santísima Virgen. Me es grato consignar aquí que cuasi todo lo que allí existe se debe á la reconocida munificencia, celo y actividad de !a egregia dama D." Dolores Avilés Casco, que,.hasta hace poco, fué Camarera de nuestra Señora dé la Paz, habiendo tenido el buen gusto de conservar todo lo copcerniente á la referida imagen é iglesia como estaba en tiempo del Beato Diego, y es mucha lástima que hayan variado de su primitivo ser el gabinete de la Santísima Virgen, que estaba adosado al camarín con entrada al mismo, por haberse hecho en tiempo y bajo la dirección del célebre Misionero gaditano. El trono de la Virgen es grandioso. Tengo en mi poder los datos referentes á dicho trono, así como las notas de lo que costaron la corona y ráfaga de plata, he– chas en Sevilla. Ya veré de darlos á conocer en otro lugar, porque este no es et más á propósito para ello. SU MUERTE Llena de méritos, y con evidentes señales de que trocaba la tierra por eJ\cie!o, murió D." Antonia Herrera en Ronda, en la Plazuela de Monreal, núm. 3, hoy calle de· González Campos, en una casa de su propiedad, á fines del mes de.Fe– brero de 1827. Su cadáver, vestido de religiosa, fué sepultado en el cementerio del Espíritu Santo. La partida de defunción, muy extensa, á la usanza de aquel tiempo, está en el ArchiJJo parroquial de Santa ll1aría de la Encarnación la lvfa– yor de Ronda,Jibros s· y g de Adultos, folio 247. Aparte de ciertas mandás piadosas, dejó todo su capital para ayudar á los gas– tos de beatificación y canonización, de su bendito P. Fr. Diego ', y es muy sensible 1 Ha llegado á mi poder un Oficio de la ,Junta Gubernativá de Ronda pidiendo cuentas al albacea de D.ª Antonia de los bienes que dejó para las gastos de c'anonización del P. Fr. Diego José de Cádiz. Es curioso y lo pondré á continuación, dejándolo con su propia ortografía, toda vez ~ue no se necesita corrc·girla para entenderlo bien. Adviértase que D.' 1 Antonia en su testamento no expresa claramente que deja sus !,ienes para los finés indicados, lo indica nada más; pero dejó un codicilo separado y allí sí que lo de– clara sin ambajes ni rodeos. El Oficio es como sigue: · Hay un membrete que dice: «Junta Gubernativa de la ciudad de Ronda y s« partido. «La junta gubernativa save que D.ª Antonia Herrera qüe fué Je esta vecindad, á su falleci– miento y por virtud de su disposicion testamentaria dejó algunos bienes. cuyo valor destinaba á la canonización del P. Fr. Diego José de Cadiz, nombrando!o á v. S. albacea; y deseando la j'un ta tener un conocimiento exacto de los dichos bienes que admimstra: V. S. espera se si'rva . ,pasarle una noticia de ellos, con espresión de sus productos, y de Los frutos y rentas que hayan producido las fincas desde que se hallan en poder de V. S. »Dios guarde á V. S. muchos años;Ronda r. 0 de Octubre de 1835. "!ícolas de Aparicio,\'. S.– Ramon J.n de Muñiz .-Sr. D. Pedro Barroso y Castro.