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i36 CARTAS DEL BEATO DIEGO JOSÉ DE CÁDIZ fuerzas, porque, como borrico viejo y flojo, me tiro á tierra con la carga. Aquí permaneceré hasta el domingo de la Santísima Trinidad, en que es el último sermón, y luego me retiraré á Ronda, si no dispone Dios otra cosa. Da mis expresiones á la bendita Magdalena, á mis sobrinos y herma– nos. Manda lo que quieras y encomendémonos á Nuestro Señor, á quien ruego te me guarde muchos años en su divino amor y gracia, como lo de– sea tu afectísimo hermano de corazón en Nuestro Señor Jesucristo, Fray Diego José de Cádi:;_. J. M. J. SeJJilla 4 de Junio de 1800. Amadísimo hermano de mi alma: Quedo enterado, por tu última, del destino que puede darse á esa limosna de que me tienes avisado, y para. que esa porción ó mitad que te dije lo tenga en este pobre, podrás dispo– ner que se dé la letra aquí, no en vales, si no es que al recibo de ésta me la hayas ya remitido; y envíasela á él por el correo, poniendo en el sobre que vive junto al Pozo Santo, calle del Santo Cristo. Te hago esta pre– vención, porque pasado mañana debo salir para Ronda, si no ocurre cosa que me lo impida. Allá puedes remitirla; de la otra mitad, haciendo, si es en letra, que ésta vaya á favor de D. Vicente de Amaya. Yo debía haber predicado aquí, de la Santísima Trinidad, esta tarde y el domingo por la mañana; mas ha sido forzoso omitirlo, porque, de re– sultas de los excesivos calores y de la tarea pasada, me ha dado alguna calentura, que, aunque no me ha obligado á ponerme en cama, me precisa· á quitarme de aquí cuanto antes. Mira cuántos mimos tiene tu ruin her– mano y cuánto mira por sí este Narciso Marmota 1 • I De resulta de los excesivos trabajos de púlpito, consultas y pluma que tuvo en Moguer y Sevilla, puede decirse q,1e acabó con su preciosa vida .el infatigable misionero. Por orden superior salió muy maltrecho de Sevilla, de prisa y corriendo para Ronda, buscando aire más fresco, porque las calenturas eran altas y amenazaban concluir por momentos con su existencia. Jamás volvió á tener salud desde esta fecha, si bien siguió sus pesadas tareas, y siempre excu– sando sus males hasta morir, como hemos de ver en las cartas siguientes. En esta última excursión predicó un número considerable de sermones, siendo muy nota– bles los tres siguientes: 1.º El panegírico de la Divina Pastora, en Capuchinos, de Sevill,¡., el 27 de Mayo, estando presente nuestro Rmo. Padre General Fr. Nicolás de Bustillos. 2. 0 El pre– dicado e!l la inauguración de la i¡,.lesia de Camas, cuya función costearon los Padres Cartujos el día 4 de Mayo por la mañana; y 3. 0 El de acció!l de gracias á mi seráfico Padre San Francisco, por haberse librado de ahogarse en un pozo de la Cartuja, donde cayó el P. Fr. Salvador Joaquín de Sevilla, conocido vulgarmente por el P. Veríta. Este último sermón debió ser maravilloso, á , juzgar por el croquis. que conservo en el Cuaderno 22 de Ideas panegíricas, núm. 33.

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