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130 CARTAS DEL BEATO DIEGO JOSÉ DE CÁDlZ vias grandísimas hasta el r 5, que me regresé aquí, desistiendo de mi viaje á Moguer por lo contrario de los temporales é intransitable de los cami– nos, ríos, etc. No sé cómo lo llevarán los señores del empeño, creo que, con la prudencia que yo no _tengo, se harán csrgo de lo expuesto y me concederán la dilación á los' días después de Resurrección, que le suplico. Deseo eficazmente tu alivio y que con él consueles á tus pobres con el sustento cotidiano. Yo sigo hecho un holgazán, un poltrón y ganapán de balde, tal vez atesorando ira para el día justi judicii Dei. Empéñate por mí y encarga á la bendita Arcadia y demás tus hijos que no olviden esta necesidad. Yo pido de continuo á Nuestro Señor que te me guarde muchos años en su divino amor y gracia, como lo apetece tu afectísimo hermano y siervo en Nuestro Señor Jesucristo, Fr. Diego José de Cádiz_. J. M. J. Ronda 25 de Febrero de r8oo. Amadísimo hermano de mi alma: Gratias agamus Domino Deo nostro porque se ha dignado concedernos en el Emmo. Sr. Vellisomi, Obispo de Cesena, un bellísimo sucesor del Smo. y V. Sr. Pío VI, y un varón tal, según nos aseguran, cual se apetece en las actuales circunstancias. Dios le comunique la fe, el espíritu y la santidad del que eligió para firmísima' piedra del espiritual edificio de la Santa Iglesia 1 • Yo te las doy 2 á ti por el esmero que tienes en proporcionarme todos los medios para mi espiritual bien y consuelo, como lo acabas de hacer en ,exteriores que, segura1nente, es de aquella época. La Crónica, que tiene datos. muy curiosos interesantes para .la historia no describe el mencionado tabernáculo, y ,;sí, es dificil, hoy por hoy, saber á ciencia cierta si el tabernáculo que actualmente está en Ubrique es el mismo en cuya inauguración predicó el Beato Diego. El cróquis del sermón lo conservo en el Cuaderno 2 I de Ideas Panegíricas y corresponde al número 13 de orden del año 180,0. Está muy bien hecho y apunta excelentes ideas apropiadas ma– gistralmente al asunto. Allá va el c01nienzo tal cual está: «13. Dí~ rode Febiero~ por la mañana, prediqué en nuestro Convento de Ubrique en el extreno del t_abernaculo nuevo para nuestro Señor Sacramentado. Doctrina. La Religion. Despues con el tema Aedificavit (David) locum arcae Dei, tetcntuc ei tabcrnaculum. 1.° Paralip. 15. 1. Di principio. 01nnia in figura contingcbant illis. Lo expliqué y apliqué al tabernaculo de Moisés, figura de nuestros Misterios-.... » 1 El sucesor de Pío VI fué el Cardenal Chiaramonti, Obispo de Im0la, que tomó el nombre de Pío VII, elegido en Venecia el 14 de Marzo de 1800, á pesar de los esfuerzos titánicos y dia– tribas de los impíos de aquella época turbulenta. Los incrédulos decían en son de burla á los ca– tólicos, viendo expirar al esforzado y piadoso Pío VI: ¡Guardad bien á ese Papa, porque será el último! Y ya vemos cómo se equivocaron. Una vez más ha quedado·probado que las puertas del injierno no prevalecerán éontra la Iglesia de Dios. ¿Cuándo abrirán los. ojos "Jos impíos y se convencerán de la divinidad de la Iglesia? jlnfclices, tienen ojos y no ven! 2 El original dice doy; pero á rodas Iu.:.es s~ ve que es error involuntario del santo autor que escribió esa palabra, en vez de deseo. Y es muy claro, porque ni la fe, ni el espíritu, ni la santidad á que se réíiere el artí~ulo las podía darlas el célebre ·misionero ni nadie más que Dios.

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