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118 CARTAS DEL BEATO DIEGO JOSÉ DE cÁDIZ Te pido, además, que hagas se saq:.ie inmediatamente una copia de ese Memorial y me lo remitas, porque la falta de tiempo y mis malecillos no me han permitido hacerlo; pero sea de modo que en el correo inmediato salga para Madrid el original. Cuidado que no te graves tú con este tra– bajo, que pueden hacer dos ó tres sujetos, copiando cada cual un pliego de los cuatro que van, pues luego los juntaré yo acá. Deseo eficazmente tu alivio, aunque me temo que nada en él adelantes, porque no te cuidarás como yo me cuido, regalándome á tutiplén y á todas horas, con lo que estoy muy mejorado, bendito Dios; de modo que hace ya cuatro ó cinco días que no me da e~ dolorcillo de. estómago, y la calen– turilla de noche es casi nada. No obstante, estos días pasados me sucedió, creo que en una siesta, haber soñado que hallándome levemente enfermo, pei-o por muchos días, yo mismo había propuesto á los médicos que, á mi parecer, debía recibir los Santos Sacramentos, Viático, etc., y que contes– taron en eIIo. Poco después, en el mismo sueño, se me propuso una pe– queña bola de materia muy deleznable en un charco de agua, que se mo– vía por él, desbaratándose aceleradarr:ente, de modo que en breve iba á deshacerse. Desperté y me ocurrió ser todo aquello figura ó representación de una cerc&na muerte, no obstante de ser leve .la enfermedad. Con todo, he suspendido el juicio, y lo que es peor, me he quedado en mi habitual detestable insensibilidad. Redexiónalo, consúltalo con Dios y haz que se lo encomiende tu bendita hija Arcadia, y dime después tu parecer. No puedo escribir más, hermano de mi alma; perdóname tú y pide á tus hijos que me perdonen el escándalo de la perversa doctrina de esa pelagiana proposición. Manda lo que quieras y encomendémonos á Dios Nuestro Sei'íor, á quien ruego te guarde müchos años en su santo amor y gracia, como lo desea tu afectísimo hermano de corazón y siervo en Nuestro Se– ñor Jesucristo, Fr. Diego José de Cádi.z. trofa como vemos! ¡Qué alma tan hermosa y que conciencia tan delicada la de Fe Diego de Cádiz! Por dicha mía, la delación corregida de puño!" letra del Beato Diego, la conservo yo. Consta de nueve grandes hojas de á folio sin números, mis que en los plie¡:ws. Está en castellano con largo, textos en latín. Va dirigida al Excmo. Sr. Inquisidor General de España, y la firmó en Ronda el '4 de Mayo de 1799.