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1 799 n5 Me alegro que á la bendita de tu Arca:dia le mandase que se mejorase, · y digo á esto lo que tú me tienes dicho con respécto á cosas mucho mayo– res, que yo en<;argo á nuestra Hermana Antonia sobre. los evidentes pro– digios de sus limosnas. Mi viaje á los Puertos no sé ya cuá.ndo lo haré. Si en esta semana no cede este dolorcillo hago ánimo de escribir á Ceuta para que no me aguar– den en el mes siguiente, en que.había ofrecido irá predicar. Dios cumpla ·en nosotros su santísima voluntad. La mía es tuya, amadísimo hermano mío; manda fo que quieras, y encomendémonos á Nuestro Señor, á quien ruego te me guarde mu– chos años en su santo amor y gracia, como lo desea tu afectísimo her– mano de corazón y siervo en Nuestro Señor Jesucristo\ Fr. Diego José de Cádi!í_. , Miles cosas á tus hijos y mis hermanos. J. M. J,. Ronda 26 de Abril de 1799 .. Amadísimo herm.ano de mi alma: Con tu úhima de 20 del corriente tuve el g,ran susto del fracaso de habérsete soltado la sangría que, por sus efectos, paree~ especial y misericordiosa providencia del Señor. ¡ Bendito sea para siempre, qué riesgo tan evidente! No se puede considerar sin so– bresalto. Al fin, salimos bien de él, y si es con ventajas á favor de tu salud. debemos celebrarlo. Mas es forzoso, hermano de mi corazón, que concu– rras tú de tu parte con dejarte cuidar y cuidarte hasta recuperar las fuer– zas. Yo estoy ya mejor de mis bagatelas, y si me creyeses, y más si me vieres, te reirías de tanto mimo, pues, á la verdad, la calentura, aunque continua, es tan lenta; qUe no la conozco ni me molesta aun levísima, mente. Ya se va disipando ella y el dolorcito de estómago, como también la debilidad. No obstante, en el correo pasado escribí al Sr. Obispo de Ceuta avisándole mi imposibilidad de servirle en esta ocasión, y cuando recibí la tuya en que me da este consejo, me foé de grandísimo. consuelo. ( Dios te lo pague. No omitas inspirar á tu dirigido el Abogado todo cuanto concierna, par~ que, conocida la verdad del caso, salga una sentencia cual l.o exige el honor de pios y el crédito de su dívíÓa palabr~ y de sus ministros. Ayer