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l0.0 CARTAS DEL BEATO DIEGO JOSÉ DE CÁDIZ otras, te digo que me satisfacen, y que me dejan poco motivo de dudar, y fuera ninguno, si yo no fuera tan refinadamente malo. Las preguntas me han consolado, porque muchas de ellas son las mismas que yo le he hecho; temía, porque, como soy tantot1to y bruto,.no sería mucho que fueran dis– lates. Siempre me ha respondido cabalmente, y cotejadas por mí con pro– lijidad sus operaciones con sus respuestas, siempre han estado acordes, lo que te digo porque es verdad, y porgue te puede servir de sosiego. En la última carta me puso una proposición, que me desonó, sobre una de las hablas interiores que experimenta ó entiende; conocí que era mala explicación; con todo, le hice cargo, y me satisface enteramente; esta fué la palabra interior: Por ti sola me quedé en la Eucaristía, le dijo el Se– ñor. Le hago cargo con bastante reserva, y me satisface diciéndome, que \o que entendió fué que el Señor le dijo: Si tú sola jueras en el mundo, por ti sola hubiera venido á padecer, y me hubiera quedado Sacramen– tado. Iguales expresiones se leen en las vidas de varias santas, particular.e. mente en la de Santa Gertrudis, como tú sabrás mejor que yo. Yo sigo con algunos trabajillos, bendito sea mi Dios que me los envía; en pudiendo trabajar estoy contento; y una cosa he advertido, y advierto, que cuando trabajo me mejoro, pero no lo quieren creer. Ya sabes, her– mano mío, que es tuyo mi corazón, y quiero me mandes. Encomendémo– nos á Nuestro Señor, á quien ruego te guarde siempre en su gracia y amistad. Tu siempre afectísimo hermano, que te ama en Nuestro Señor, Fray Francisco Gon{ále{. I¡cija i8 de Agosto de 1798. J. M. J. Ronda 21 de Agosto del 98. Amadísimo hermano de mi alma: Acabo de recibir la adjunta respuesta de nuestra Hermana, que vista por este padre le ha llenado mucho y se confirma ó ratifica en lo que tiene dicho de la bondad de este espíritu. Y asegura que es imposible hable· ni escriba estas cosas si no fueran verda– deras. Aún le va á hacer otras dos preguntas para acabar de hacer el jui– cio con seguridad indubitable. La facilidad ó franqueza eón que ha_bla la Herma'na de estas e.osas de su unión con Dios dice este religioso·que no