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92 CARTAS DEL BEATO DIEGO JOSÉ DE CÁDIZ se las digo, y el ver que, efectivamente, suceden, temo tanto, que siempre lo sujeto á la confesión acusándome de ello. Allá va esa apuntación de los sermones que prediqué á los protestant€s, hecha por uno de ellos, que ya estaba reconciliado con la Santa Iglesia, y que remitió á una señora prima süya. Va para que te alegres un poco y me la devuelvas. Va también la campanita de Loreto que prometí á nues.– tra hermana cuando estuvimos en su hacienda ó molino., la que le entre– garás con miles expresiones, igualmente que á mis señores y hermanos, sus hijos y nietos. Dale también á mi hermana la M. Escalera y demás, á tus hijos, etc. Manda lo que quieras, y encomendémonos á Nuestro Señor, á quien ruego te me guarde muchos años en su santo amor y graa-ia, como lo desea tu afectísimo hermano y siervo en Nuestro Señor Jesucristo, Fray Diego José de Cádi:¡_. J. M. J. Ronda 5 de Jumo 1 • Amadísimo hermano de mi alma: En ella he sentido hasta lo sumo el destino que se ha dado á la Santa Custodia que hicistes labrar para Nues– tro Señor Sacramentado. Pero veo claramente que si hasta ahora has te– nido el mérito de una custodia de plata, cuando se la lleven, si se la lle– varen, tendrás el de otra de oro esmaltada en diamantes, rubíes y piedras preciosas. Después tendrás el de la que ahora proyectás. La idea que Dios te ha inspirado es excelentísima y oportunísima. Yo no tengo numen para estas cosas, ni jamás he podido formar, ni aun idear, un modelo de cosa alguna; no obstante, para obedecerte digo que me pa– rece corresponde que el Viril del Sacramento de amor lo tenga la Caridad, y que ésta se deje ver en medio del reclinatorio, entre las columnas; y que en las siete gradas del assensum purpureum se escriba en cada cual una de las virtudes que nos preparan ó llevan á la unión con Su Majestad en la Sagrada Eucaristía, y esto es proponer, no determinar. Dios te inspira á ti y creo debes seguir su inspiración Aspice et fac secundum exemplar, etc. Tu espíritu de penitencia, ó tu amor á ella, te induce á lo que dijiste á la Hermana sobre las puntas de las tijeras. Yo, que tengo el de impeniten- 1 Esta carta no lleva el año en que la escribió su santo autor. La inserto aquí por hablar de las tijeras á que se refiere en la carta anterior,.