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- 70 que 110 se sabe cómo pudo orar, y que tanto oró que no se sabe cuándo pudo trabajar. < 1 > No es trabajo de santos el entregarsr por com– pleto a las ocupaciones mundanas... No es trabajo de santos estar en todas partes y no hallarse en nin– guna. No es trabajo de santos intervenir en mil ne– gocios de los cuales no entendemos ni palabra. Todo y nada; apariencias sin realidad; superfi– cialidad sin profundidad; trabajo sin solidez. Eso no es labor de santos. < 2 > La vida interior hacía tan fecundo y sólido su trabajo exterior. Sólo se proponían una cosa: cumplir la volun– tad de Dios y santificarse por este medio. (!) Se Je han atribuído erroneamente ciertos libros, como el «Lcntilo– quium; Speculum disciplinre; Stimulus amoris, etc., Sin embargo son suyas una multitud de obras que no se explican cómo pudo componerlas, habiendo estado ejerciendo de General desde 1257 a 1274. (2) Auu el tema de las cestillas que se hacían y deshacían en el yermo, tenia una razón profunda de solidez: evitar la ociosidad y ejercitarse en la mortificación. La ociosidad fué mirada siempre como lo que es ,madre de vidos,. Podíamos acumular un líbro entero de citas a este respecto contni las tendenciosas frases del protestante Ziegler y de otros no protestantes, pero igualmente enemigos de la holgazanería de los frailes. ,Otium est qucedam itogenii subigo,, decía San Jerónimo exhortando al trabajo mental. (Epis. 49, ad Inocentem.) ,Ex consuetudine otii, homo mollis et piger efficitur ul nihil vel pati ve! facere velit nisi quod libet. (Lib. 2 de Profec. relíg. cap. 14.) (Este libro se Je atribuye a San Buenaventura, pero no debe ser del Sfco. Doctor.) seOtiusos fraires non toleraba[ Seraphicus Franciscus, et pigrum alu111- 11u111 fratrem muscam vocabat oliumque «anima, inimicum,,. Regul. ca. V. En la segunda regla atribuida a San Agustín, aunque no escrita por él, se dice ,,operentur a mane usque ad sextam, et a sexta usque ad nonam vacent Iectioni et ad nonam teddant codices. (Migue. t. XXXII.)